Pachi Vázquez arrasa en su feudo
En la villa en la que fue alcalde durante 10 años y se fraguó en el municipalismo, Pachi Vázquez se aplicó una inyección de optimismo. Las 600 butacas del centro multiusos que Feijóo fue incapaz de llenar se quedaron escasas, y la tibia acogida popular que por la mañana presidió la caminata del líder del PSdeG por Ferrol se convirtió en un paseo triunfal. La renuncia del alcalde socialista, Carlos Montes, le abocó a un cambio de candidato. En prevención del factor desconocimiento, lo avaló personalmente con un objetivo: la mayoría absoluta, de la que ahora le separa un concejal.
Vázquez presume de dejar el protagonismo de los mítines a los candidatos, y en ningún lugar como en su feudo lo llevó tan a rajatabla. Apenas un par de mandobles a la política "antisocial" de Feijóo. El resto: O Carballiño por los cuatro costados, salpicado con comparaciones entre lo que el bipartito hizo por la localidad y lo que la Xunta de Feijóo ha dejado de hacer. El público, incondicional, jaleó cada una de sus frases con una ovación.
Al éxito socialista de O Carballiño colaboró notablemente el ministro Francisco Caamaño, que coincidió en un mitin con Vázquez por segunda vez en la campaña, a pesar de la constante presencia del titular de Justicia en Galicia desde que se pegaron los carteles. Caamaño se sintió cómodo, y colaboró en la satisfacción del público con una intervención en la que comenzó declarándose "un vecino más" del pueblo. El ministro exhibió su perfil combativo, y se empleó con crudeza ya fuera contra Rajoy o contra el ERE de Telefónica.
Caamaño innovó. A la política de contrataciones de la Diputación de Ourense la denominó "el principio de Baltar padre": "Todo individuo sometido a un examen experimenta un impulso al aprobado equivalente a la relación que tenga con el poder". El remonte de la crisis lo comparó con un autobús en el que Zapatero no quiere dejar a nadie fuera, y que Rajoy quiere convertir en un microbús. Todo ello, con un Mayor Oreja que "quiere cambiar el dolor de las víctimas por votos", un Aznar "que echa azúcar en el depósito" y un Rajoy "que está durmiendo en la estación".
Por la mañana, Vázquez zanjó en un desayuno con periodistas y un pequeño paseo por el centro su campaña en Ferrol, la única de las ciudades donde no participará en ningún mitin. Por primera vez se atrevió con un dato de las encuestas del partido, esas de las que siempre se habla y nunca se muestran. Y ese dato señala que el alcalde, el socialista Vicente Irisarri, "crecerá 3,7 puntos, aunque ese incremento no se traduzca en más concejales". "Mantendremos la columna vertebral de las fuerzas de izquierda", pronosticó.
El crecimiento que algunas encuestas vaticinan al PP lo redujo a un mero "trasvase" desde los independientes de Juan Fernández, exconselleiro de Fraga, a la lista que lidera el popular José Manuel Rey, así que no se mostró especialmente preocupado, contagiado de la ola de optimismo apenas contenido que las encuestas del pasado fin de semana han inyectado en el PSdeG. Si el domingo, en Viveiro, llamó al voto "pragmático", ayer también apeló a añadir un componente "racional" a la vertiente "emocional".
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