El PP empieza a preocuparse por la euforia que puede al final movilizar a la izquierda

El PP se ve ya ganador el domingo pero solo le teme a una cosa: el exceso de euforia. Mariano Rajoy, según su entorno, está convencido de que el electorado del PP está tan motivado para votar contra Zapatero que no hay peligro de desmovilización por exceso de confianza. Pero sí hay una preocupación de última hora: que las encuestas del fin de semana, y la sensación general de que el PP va a arrasar, pueda movilizar en el último momento a un porcentaje importante de votantes de izquierda que tenían pensado quedarse en casa. Por eso, siempre confiado en su estrategia del perfil bajo y la discreción, Rajoy mantiene la cautela. Lo dijo ayer muy claro José Ramón Bauzá en el mitin central de Baleares, en un barrio de Palma de Mallorca. Por segundo día, Rajoy no llenó -se veían algunas calvas, aunque había 4.000 personas- y Bauzá fue claro: "Nada de euforia, mucha tranquilidad, nada está ganado".

Rajoy trasladó su apoyo sin matices a Bauzá, que tiene muchas posibilidades de hacerse con la mayoría absoluta. Respaldó con claridad su política de echar a todos los imputados de sus listas, lo que le ha generado muchos problemas internos. Sin embargo, en el más puro estilo marianista, hoy mismo Rajoy también apoyará en la plaza de toros de Valencia a Francisco Camps, que ha hecho lo contrario.

"Bauza no lo ha tenido fácil. Bueno, yo tampoco, ¿eh?", había dicho Rajoy por la mañana en Menorca. "Pero ha sabido superar las dificultades".

Rajoy se enfrentó ayer a las protestas de algunos representantes de los 110 trabajadores de Mallorca TV, la emisora local que el PP ha prometido cerrar si gana, que se plantaron en el mitin con una pancarta: La solución del PP a la crisis: enviar a los trabajadores de TVMallorca al paro. Los militantes abuchearon las pancartas, e incluso una bandera gay que se colocó junto a ellas.