MotoGP es "la selva"
Siempre hubo gresca, pero nunca tantos buenos aspirantes al título
Tras una carrera, solo tres pilotos suben al podio. Y solo uno gana el Mundial. Ocurre que en 2011 hay demasiados gallos para un corral tan pequeño. A los cuatro magníficos, Jorge Lorenzo, Casey Stoner, Dani Pedrosa y Valentino Rossi, se ha unido un quinto con ansias de gloria, sin pelos en la lengua y con agallas en la pista, Marco Simoncelli. Así que bajan revueltas las aguas en MotoGP.
Las primeras chispas saltaron en la segunda carrera, en Jerez, donde Rossi se llevó puesto a Stoner. "Tu ambición ha podido más que tu talento", le espetó el australiano cuando fue a disculparse a su taller, casco incluido -"me sentía más seguro", bromeó el italiano-. La bronca, esta vez dialéctica, continuó en Estoril con el pique entre Simoncelli y Lorenzo, que le acusó de ser "demasiado agresivo".
Rossi: "Corro con niños. Lawson, Roberts o Rainey no se quejaban"
Y estalló el domingo en Le Mans. Primero, con Stoner, que recriminó con un golpe con el puño a Randy de Puniet que le estorbara en la pista. Tuvo razón en su queja, no en las formas. "Me he equivocado, ya le he pedido perdón", reconoció. Luego, con Simoncelli, que entorpeció la trazada de Pedrosa, que se fracturó una clavícula.
"Al menos, la dirección de carrera ha demostrado que sabe tomar decisiones", apuntó Stoner, siempre sarcástico. Él fue multado con 5.000 euros. Simoncelli, penalizado con un paso obligado por talleres. Poca cosa, según algunos. Lorenzo, por ejemplo, recuerda que a él le sancionaron con una carrera en 2005 tras una maniobra arriesgada en Motegi que terminó con De Angelis por los suelos. Él, dice, ha aprendido. Otros, no. "Simoncelli es un ignorante absoluto", dijo el mánager de Pedrosa, Alberto Puig.
"Corro con niños. Lawson, Roberts o Rainey no se quejaban por estas cosas", decía Rossi el jueves. "Debe dar vergüenza ser adelantado por unos niños cada fin de semana", le reprochó Lorenzo. El ambiente está caldeado. Nada que no se haya visto otros años. Pasa que ahora hay más pilotos que optan a la victoria, más chavales irascibles y dispuestos a las grescas. Siempre las protagonizaron los aspirantes al título: Rossi y Lorenzo, en los últimos años, con batallas como las de Montmeló 2009 o Japón 2010. En 2008 fueron el italiano y Stoner con un encontronazo en Laguna Seca. "Esto son carreras, Casey", le dijo. En 2006, Rossi -llegó a las manos con Biaggi, su gran rival, antes de subir al podio en Montmeló, en 2001- argumentó que Hayden, que ganaría el Mundial pese a que Pedrosa le tiró en Estoril, era "demasiado correcto para esta selva". También había tirado en 1996 Crivillé a Doohan en Australia. "Son cosas que pasan", dijo el español entonces. Es el argumento más manido. Todos ellos querían la victoria. "Los deportistas se rigen por otros valores. Su principal objetivo es ganar", dice Giampiero Sacchi, instructor de pilotos.
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