La policía busca al exnovio de la joven muerta a puñaladas

La policía sigue buscando al vecino de Santiago de unos 30 años, cuya identidad responde a las siglas de M.H., como principal sospechoso del brutal asesinato de una joven de Noia (A Coruña), Gloria García. La chica, de 19 años, fue encontrada por su hermano sobre las siete de la tarde del viernes, tumbada en un charco de sangre en su domicilio familiar, en la céntrica calle de Galicia de esta villa coruñesa. Aún respiraba pese a tener el cuerpo e incluso la cara rajados por múltiples puñaladas provocadas con una arma blanca. Pero murió a los pocos minutos de que acudieran los servicios de emergencia, quienes pese a intentarlo durante 40 minutos nada pudieron hacer para reanimarla.

El hombre con el que Gloria rompió hace apenas un mes tras mantener una relación sentimental durante dos años está en paradero desconocido desde la noche del suceso. Su coche, según los vecinos de la familia de la joven, había sido visto aquella tarde aparcado en la zona. Hay cursada una orden de busca y captura contra el exnovio, natural de Ourense y residente en Santiago. En pleno extraordinario, la corporación decretó ayer un día de luto y celebró una concentración de repulsa.En la localidad coruñesa de Noia todos consideran que este crimen es un nuevo caso de violencia machista. Sería el primero que se registra en Galicia en lo que va de año. No obstante, el juzgado de Noia, que decretó el secreto del sumario, advirtió que "no contempla" este asesinato como tal "hasta que se conozca la autoría de la muerte". Subrayó, en un comunicado difundido por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que no hay denuncias de la víctima "ni en la policía, ni en el juzgado" por supuestos malos tratos o acoso.

Pero en el entorno familiar de Gloria, que vivía con sus padres y sus dos hermanos, aseguran que su exnovio se tomó muy mal la ruptura y acudió en las últimas semanas varias veces al domicilio de la joven. La policía judicial también trata de encontrar el arma con la que fue apuñalada la joven. Gloria, que trabajaba de camarera en un bar cerca de su casa, estaba la tarde del viernes en la vivienda familiar cuidando de su hermano de apenas dos años de edad. Fue su otro hermano, de 18 años, el que la encontró.