Touriño vuelve al ruedo

Dos años y tres meses después de perder las elecciones, Emilio Pérez Touriño volvía a estar delante de un atril pidiendo el voto. Fue en Boiro, una de las 10 localidades en las que el expresidente de la Xunta atendió la petición personal de los candidatos del PSdeG para apoyar la campaña. Con Juan Jesús Ares le une una vieja amistad, que Touriño evocó para concluir que el aspirante a la alcaldía de Boiro es "una persona de fiar". No fue un halago cualquiera, sino un rasgo destacado en un discurso construido a golpe de críticas a "la política de la calumnia y la crispación del PP".

Dos años y tres meses después de perder las elecciones, Touriño encontró alguna nueva razón que añadir a la explicación de su derrota electoral de 2009, cuando "llegó con que apenas unos miles de personas se quedasen en casa" para que el bipartito cayese en las urnas. "Que no nos pase como en Galicia hace dos años, que porque unos cuantos se quedaron en casa el PP se hizo con el poder. Hay que aprender de la experiencia", animó.

Dos años y tres meses después de perder las elecciones, Touriño demostró que no ha perdido las viejas costumbres. Llegó con media hora de retraso al centro social de Boiro. Allí, ante el centenar de vecinos que le aguardaban, explicó en qué consistían "aquellas promesas con que el PP nos quería seducir y aquellas acusaciones y crispación contra el PSOE". Recortes sociales y paro masivo, acusó, apoyado en las estadísticas de empleo. Y la Xunta, convertida en una "oficina de reclamaciones" contra el Gobierno de España y el bipartito.

Llegó tarde Touriño, que venía de impartir una clase en la Universidad de Santiago, a pesar de utilizar la autovía del Barbanza que su Gobierno licitó y ejecutó, y que el expresidente consideró "un salto histórico". El exlíder socialista pidió un castigo para un PP que ha provocado "que Galicia vaya a menos". De sus sucesores al mando del PSdeG no hubo alusiones. Salvo que se quiera entender como tal su llamamiento "a retirar la política de los juzgados".

A apenas 50 kilómetros de Boiro, Pachi Vázquez cerraba la jornada, con Manuel Chaves, en Pontevedra, donde el candidato socialista es el exdelegado del Gobierno Antón Louro. La jornada del sucesor de Touriño había comenzado en Lugo, en un café con periodistas en el que el secretario provincial del PSdeG, Ricardo Varela, denunció el "acarreo preventivo" del voto por correo en la provincia. Varela lo explicó como una modalidad adaptada a los tiempos del tradicional carrexo, que trata de eludir los focos que persiguen este control del sufragio de los mayores "por parte del PP".

En lugar de trasladar ancianos a las urnas, el acarreador preventivo los llevaría hasta las oficinas de correos. Ricardo Varela anunció que esta semana denunciará ante la Junta Electoral a la alcaldesa de Folgoso do Courel, Lola Castro, del PP, que llegó al cargo tras un sonado caso de transfuguismo. El líder de los socialistas de Lugo la acusó de "manipular" y "acarrear" el voto por correo en su municipio, con la hermana de la regidora en la oficina de Correos "permanentemente" para controlar el voto. Varela también se refirió a casos similares en los ayuntamientos lucenses de Navia de Suarna y Friol.