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Una travesía de luchadores

Los 1.500 participantes de la I Carrera contra la Esclerosis Múltiple surcan mañana la Casa de Campo para decir a los enfermos que "no se queden quietos"

"Cuando llegué al médico solo me dijeron: 'Tienes esclerosis múltiple'. Creí que me iba a quedar en silla de ruedas y que luego me iba a morir, y pensé en llamar a mis amigas y montar la de Dios, porque había que disfrutar de la vida". Así comenzó la nueva vida de Cristina Osorio, una chica de 36 años a la que hace 10 le diagnosticaron esta enfermedad neurológica que actúa por brotes y que sale a relucir alrededor de los 20 años. Jinete de competición, Cristina vio entonces cómo se desvanecían sus sueños en la hípica. "Seis años después me dio el brote fuerte de las piernas. En cuanto pude sostenerme encima del caballo, volví a competir, porque no sentía el cansancio en las piernas. Era como un doping. El problema es que me la podía pegar, era peligroso", cuenta esta joven y atlética mujer. Su cuerpo no delata que hace tres meses tuvo una niña.

Su vida cambió cuando dejó el hipódromo para participar en carreras populares y comenzó a remontar. Mañana participará en la I Carrera contra la Esclerosis Múltiple que organiza la Fundación Esclerosis Múltiple de Madrid en colaboración con la federación española y la federación de asociaciones de Madrid. Para la carrera, que transcurrirá por los alrededores del lago de la Casa de Campo, se agotaron los 1.500 dorsales el lunes pasado. El dinero que se recaude, que no es solo de las inscripciones sino también de las donaciones voluntarias, irá destinado a realizar los proyectos de las asociaciones en la región.

"Hemos estado toda la semana con llamadas de gente que nos pedía que aumentáramos el número de participantes, que querían correr", comenta Carmen Valls, gerente de la Fundación Esclerosis Múltiple de Madrid. La carrera se enmarca dentro de los actos del 25 de mayo, Día Mundial de esta enfermedad. "Este año lo importante es la sensibilización y que esto sea algo que se pueda hacer todos los años", explica Valls, que admite que es la primera vez que todas las asociaciones organizan algo juntas.

En la asociación no solo brindan rehabilitación para aquellos que han sufrido brotes de esclerosis múltiple. También ofertan la posibilidad de que los afectados se pongan en contacto entre ellos, compartan vivencias y asistan a un psicólogo si lo necesitan. "Aquí les damos calor y comprensión y tenemos también una bolsa de empleo", explica Valls.

Con nombre de pintor barroco y cuerpo de gimnasio, Diego Velázquez también estará mañana a las nueve de la mañana en la Casa de Campo. Vendrá desde Aranda de Duero, donde vive, para correr los 10 kilómetros. Diego, que tiene 36 años, también viene del mundo del deporte. Tenía 22 años cuando le diagnosticaron. "Pasé de hacer grandes carreras a no aguantar 10 kilómetros", explica Diego, al que la enfermedad le costó salir del mundo laboral y perder relaciones personales.

"Un médico me recomendó que hiciera como máximo dos kilómetros de bicicleta a la semana bajo supervisión. Hice caso durante una temporada y fui a una asociación, y lo que vi no me gustó: el espíritu de la gente era derrotista", admite. Por eso decidió empezar a hacer deporte, aunque los médicos no lo recomendaban, y venció a su bestia negra.

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"En el momento que estaba peor, en el 2000, me planteé hacer un duatlón y lo terminé. Al día siguiente tuve un accidente de tráfico y me rompí cuatro vértebras, pero me dio igual. Porque el día antes mi vida había cambiado", explica. Empresario y con dos hijos, Diego se planteó superarse a sí mismo en una de las pruebas más duras: el Ironman, que consta de 3.800 metros de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera. Lo consiguió. "La gente piensa que si tienes esclerosis múltiple estás condenado. Ese concepto es lo que hay que romper. Esclerosis múltiple no es igual a silla de ruedas", dice.

El mensaje que quieren transmitir tanto organizadores como corredores en esta carrera es que hay un futuro, que no hay que quedarse parado. "Yo he encontrado mi cura, pero en la vida está la pesca, la lectura, la poesía... se trata de encontrar tu propio Ironman", concluye Diego.

Diego Velázquez y Cristina Osorio, afectados por la esclerosis múltiple.
Diego Velázquez y Cristina Osorio, afectados por la esclerosis múltiple.CLAUDIO ÁLVAREZ

La prueba

- Participantes: 1.500 (no quedan dorsales desde el lunes).

- Recorrido: alrededor del lago de la Casa de Campo.

- Salida: a las 9.00.

- Categorías: 10 km y 2,3 km (con premios en ambas).

- Destino de los fondos: proyectos de las asociaciones de esclerosis múltiple de la Comunidad de Madrid

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