El Hércules se despide
Los alicantinos pagan tres minutos fatídicos y se dejan remontar por el Mallorca
El Hércules se despidió de Primera con tres minutos fatídicos en los que entregó una victoria que parecía tener asegurada. El empate frente al Mallorca ya no le da para superar al Getafe, cuarto por la cola, que tiene ganada la diferencia de goles a los alicantinos. La temporada de los de Djukic ha estado plagada de un sinfín de extrañas situaciones y se ha visto empañada por la peor segunda vuelta de toda la Liga.
Y eso que Sendoa Aguirre, un jugador de 35 años, debutante esta temporada en Primera, se prestó al rescate de su equipo. Firmó dos golazos, el primero tras una gran jugada colectiva que incluyó dos controles excelentes en el área pequeña. Ese primer gol soltó las ataduras de los locales, por momentos crecidos y desmelenados, aunque favorecidos por las escasas prestaciones de un Mallorca que redujo su expresión atacante a las jugadas a balón parado.
HÉRCULES 2 - MALLORCA 2
Hércules: Velthuizen; Cortés, Pamarot, Paz, Peña; Farinós (Fritzler, m. 46), Abel Aguilar, Sendoa (Luis Carlos, m. 55), Kiko; Tiago (Valdez, m. 81) y Trezeguet. No utilizados: Calatayud; Juanra, Pastor y Portillo.
Mallorca: Ayoze, Ramis, Nunes, Cendrós (Casadesús, m. 46); Joao Víctor, Martí, Pereira, Nsue (Aki, m. 65), De Guzmán (Pina, m. 67); y Webó. No utilizados: Nadal; Rubén, Kevin y Crespí.
Goles: 1-0. M. 12. Sendoa. 2-0. M. 41. Sendoa. 2-1. M. 75. Casadesus. 2-2. M. 79. Webó.
Árbitro: Turienzo Álvarez (Colegio Castellano Leonés). Amonestó a Abel Aguilar.
Unos 25.000 espectadores en el estadio José Rico Pérez.
El segundo tanto no tardó en llegar. Kiko, muy activo, envió un centro para la llegada de Sendoa, que engatilló una gran volea para rematar su faena. Curtido en mil batallas por los campos de regional y Tercera de su tierra, el interior zurdo vasco debió acordarse de que al inicio de la temporada se cuestionaba si sería la última de su carrera.
La zaga del Hércules se ahormó tras la reanudación a la animosidad mallorquinista, impulsada por De Guzmán. Pero los goles del Mallorca llegaron como consecuencia de una errática salida de Velthuizen, que perdió la posición y permitió a Víctor recibir una dejada para buscar el contrapie del guardameta local, y tras una pájara defensiva que permitió a Webó plantarse frente a Velthuizen para batirlo en la salida. Los de Djukic acabaron por cavarse su propia fosa y, extrañamente, los aficionados locales despidieron a su equipo entre aplausos.
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