Oltra, en el corazón del Cabanyal
Joan Ribó y la candidata autonómica de Compromís toman el pulso al barrio
Estuvo haciendo campaña en el mercado y habló con unas y otros, simpatizantes o críticos con sus posiciones. Mònica Oltra, diputada y número dos de la lista de la Coalició Compromís por Valencia, asegura que disfruta del contacto con la gente, de la política de proximidad. Ayer recorrió El Cabanyal junto al candidato de Compromís a la alcaldía, Joan Ribó. No eludieron en el recorrido ninguna de las zonas de un barrio que Oltra conoce bien, no solo porque ha dedicado muchas intervenciones en las Cortes a defenderlo frente al proyecto de prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, sino porque ha dado la cara por las reivindicaciones de la plataforma Salvem el Cabanyal en sus conflictos con el Ayuntamiento.
Tiene pendiente un juicio de faltas por los incidentes durante los derribos
Por uno de esos conflictos tiene pendiente un juicio de faltas en el que derivó la acusación inicial contra ella de "agresión y resistencia a la autoridad" promovida ante el Tribunal Superior de Justicia por el PP de Rita Barberá a través de la Policía Local. Fue como consecuencia de los incidentes registrados en abril de 2010, en los que las fuerzas policiales desalojaron a vecinos y cargos públicos que se oponían a los derribos ordenados por la alcaldesa mientras se hacía efectiva la paralización ordenada por el Ministerio de Cultura.
Oltra y Ribó defendieron su propuesta de rehabilitación del barrio. "No solo queremos una rehabilitación arquitectónica", dijo la diputada, "sino también social y política y eso pasa por una inversión decidida de la Administración para dotar al barrio de infraestructuras culturales, educativas, sanitarias y sociales que mejoren la calidad de vida de los vecinos y vecinas". El aspecto de la zona más degradada del barrio parece reclamar ya alguna intervención en ese sentido, pero Oltra constató que la dinámica municipal va en sentido contrario. "Te cae el alma a los pies", confesó la candidata, que habló con inmigrantes y gitanos que ocupan casas abandonadas en diversos niveles de deterioro. Hay muchos huecos, muchos solares, pero muy poca inversión, le resumieron algunos. Una pareja de inmigrantes con una hija de un año y medio, que ocupaba en precario uno de los inmuebles, le explicó que les han dejado en la calle. "El Gobierno de Valencia y la policía no tienen corazón", se quejaron.
"No hay excusa para tener el barrio como está", afirmó Oltra, que constató la presencia de muchos niños en la calle en horario escolar y criticó al Ayuntamiento por inducir la degradación de El Cabanyal. Para la diputada, se trata de un ejemplo de "la Valencia de doble velocidad", en ese contraste llamativo entre los grandes proyectos, como la Ciudad de las Artes -donde ahora, recordó, van a dedicar a bodas y comuniones el carísimo palacio de la ópera- y la de las reivindicaciones vecinales. Unas reivindicaciones que valen la pena, como ha demostrado la larga lucha, culminada con éxito, de Salvem el Botànic, veterana de las plataformas de ese tipo. "Nosotros luchamos por una política que tenga corazón", concluyó Oltra.
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