La CAM insiste en su viabilidad en solitario pese a la "campaña de desprestigio" sufrida

La directora general de la Caja Mediterráneo (CAM), María Dolores Amorós, defendió ayer que la entidad sigue siendo "viable por sí sola" a pesar de haber sufrido "una campaña de desprestigio sin precedentes".

Amorós realizó estas declaraciones a preguntas de los periodistas tras participar en la inauguración del XL Consejo Directivo de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO), que hoy se clausura en Alicante y en el que se ha subrayado la vitalidad del comercio exterior con América Latina y, sobre todo, el potencial crecimiento existente. La directora de la CAM, preguntada por el daño que puede haber causado a la caja alicantina los acontecimientos derivados de la ruptura de la fusión fría con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, admitió su impacto pero trató de minimizarlo. La CAM, dijo, tiene "afortunadamente", una masa "muy importante de clientes" que le dan "la fuerza y la confianza para seguir adelante porque confían en la entidad".

La CAM ha solicitado al Banco de España 2.800 millones de euros, que implicarían la nacionalización, al menos temporal, de la entidad. Además, al menos ocho entidades financieras, entre ellas Santander, BBVA y Banco Popular, han solicitado datos al supervisor para pujar por la CAM. Pese a ello, la directora general de la entidad se limitó a comentar que la opción de otra fusión "siempre ha estado ahí y puede estar, si no ahora, dentro de unos años".

La directiva también aseguró que pronto, "más cerca de un mes que de un año" aplicará la reestructuración laboral prevista ya con la fusión con Cajastur. La reestructuración, agregó, va en la línea de lo pactado cuando la fusión estaba vigente (casi 900 prejubilaciones), ya acordada "con toda la representación laboral".