Feijóo se la juega en las ciudades
El líder del PP necesita lograr algún gran municipio para revalidar su triunfo de 2009 - PSdeG y BNG confían en minimizar la pérdida de voto urbano
Miles de candidatos a alcaldes y concejales pasean desde hoy su mejor cara por Galicia con el objetivo de persuadir al que, según las encuestas, es el electorado más escéptico de la historia de la democracia. En plena hecatombe financiera, acosados por el paro y el recorte de derechos, y con sus Gobiernos obedeciendo órdenes de especuladores sin rostro, los gallegos regresan a la rutina electoral envueltos en mensajes confusos sobre lo que realmente se decidirá con sus votos el próximo 22 de mayo. Cada partido empuña ya distintas armas para ganar su particular guerra.
Alberto Núñez Feijóo, la supuesta avanzadilla de la derecha en su carrera para recuperar el Gobierno de España, se enfrenta a su reválida presidencial. Y la nota se la juega en las ciudades, el territorio donde el PP fue perdiendo apoyos a medida que el fraguismo se desinflaba y aquel en el que se estrenó la alianza bipartita entre el PSOE y el BNG que puso fin a la era Fraga. Feijóo pretende captar el voto urbano con el mismo mensaje que le dio la victoria en las autonómicas de 2009: los bipartitos despilfarran, los bipartitos se pelean, los bipartitos no son eficaces. En su estrategia para reconquistar las ciudades, los populares consideran que Vigo y Ferrol son las plazas más asequibles.
Para intentar convencer al electorado, Feijóo mirará hacia atrás y hacia adelante pero no a su lado. Tras aceptar en las listas electorales de varios ayuntamientos a alcaldes imputados y reconocidos tránsfugas y amparar el despilfarro y las prácticas peleonas del clan de los Baltar en Ourense, el presidente del PP gallego vuelve a prometer para mañana una regeneración democrática. Y con dos años de presidente de la Xunta a sus espaldas, el líder popular insistirá en su salida maestra a la impotencia frente a la crisis confesada por su Gobierno: Zapatero, siempre Zapatero. El presidente socialista tiene garantizada su presencia en los mítines del PP, pero no tanto en los del PSOE.
Socialistas y nacionalistas afrontan el primer examen electoral de sus líderes postbipartito. Pachi Vázquez, exalcalde de O Carballiño (Ourense) y experto en disputas políticas locales, espera mitigar el desplome que se le augura a su partido en toda España, resistiendo en las ciudades y en las Diputaciones de A Coruña y Lugo. Para ello, el PSdeG intentará dirigir la mirada de los electores al ámbito municipal y esconder las desdichas del partido en Madrid. En las filas socialistas está todo preparado también por si, como ocurrió en las autonómicas, el PP opta por embarrar la campaña. Es mucho lo que se juega Vázquez. El resultado del 22-M marcará la designación del candidato a la presidencia de la Xunta en 2013.
El BNG dará un giro al mensaje de las municipales de 2007, cuando, con Anxo Quintana al frente, la formación aspiraba a ampliar su electorado por el flanco derecho. En esta campaña, en su empeño de resistencia, los nacionalistas desempolvan y remarcan sus posiciones de izquierda, después de haber plantado cara en el Congreso a las reformas liberales de Zapatero. En la lucha por persuadir a esos votantes, el Bloque de Guillerme Vázquez deberá competir con Esquerda Unida, la única fuerza liderada por una mujer, Yolanda Díaz, que, pese a partir con escasa representanción en Galicia, confía en poder dar la sorpresa.
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