Sarkozy se gana el voto de su mujer
Carla Bruni se define "ultrasarkozista" y se niega a hablar de su embarazo
La primera dama francesa, Carla Bruni, ha reiterado su apoyo político a su marido, el presidente Nicolas Sarkozy, al definirse como "ultrasarkozista" y dejar claro que ya no es "para nada, nada, de izquierdas". Lo hizo en una entrevista publicada ayer por el diario Le Parisien en la que un grupo de lectores tuvieron la ocasión de reunirse con la inquilina del Elíseo. Pero lo que todos esperaban era su respuesta a los rumores sobre su posible embarazo que circulan desde que hace una semana lo asegurara la revista Closer. "Tengo los labios sellados para proteger algo y proteger todo el trabajo que hace" su esposo, dijo al respecto.
"Si me lo permite, no responderé a todas esas preguntas de familia", empezó por aclarar Bruni a la primera lectora que se atrevió a hacer la ansiada pregunta, en un encuentro que tuvo lugar en la mansión presidencial y por el que se dejó caer brevemente el propio Sarkozy. "En torno al 180% del tiempo de mi marido está dedicado a su país (...) y cuando yo hablo de otra cosa, cubre todo lo que hace él", explicó Bruni para justificar su silencio. "Si estuviéramos en un café las dos, se lo diría francamente", aseguró.
"Cada vez que venía un fotógrafo se tapaba la barriga", relata un asistente
Después de más de una semana de elucubraciones en torno a un posible embarazo de la exmodelo de 43 años, madre ya de un pequeño de nueve años, se esperaba que en esta entrevista la aludida confirmara o desmintiera en persona la buena noticia. Pero la respuesta algo enigmática de la primera dama no ha hecho más que reforzar los rumores. A esto se suma un pañuelo del que no se separó durante la cita. "Escondía su barriguita con un chal cada vez que se acercaba un fotógrafo, y no lo desmintió cuando le hicimos la pregunta sin micrófonos", explicó uno de los asistentes.
Más cómoda se mostró Bruni en el papel de apoyo político de su marido, al asegurar que "es evidente" que votará por él en las elecciones presidenciales del año que viene, pese a que hace un año declaró que preferiría que no se volviese a presentar. "Si soy egoísta, digo que un mandato basta", reiteró. "Si pienso en mi país, en Francia, digo que sería mejor que siguiera".
También charló sobre sus proyectos, como su nuevo disco, que saldrá el año que viene, y de su fundación contra el analfabetismo, así como de la película que ha rodado con Woody Allen, Midnight in Paris, en la que hace una pequeña aparición y que se presenta la semana que viene en el Festival de Cannes. La primera dama describió la aventura con Allen como "una experiencia fantástica", aunque dejó claro que no se va a reinventar como actriz: "No es mi trabajo, no creo que tenga mucho talento para ello".
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