Contra viento y marea
La Bolsa sube pese al dato del PIB en EE UU y la insostenible situación griega
La Bolsa cerró la última semana de abril con una ganancia del 2,78%, casi la misma revalorización que acumuló durante todo el mes (2,85%). En lo que va de año el Ibex 35 ofrece una subida del 10,3%, con tres meses en positivo (enero, febrero y abril) y uno en negativo (marzo). Tras el parón por la Semana Santa los inversores tenían marcada una fecha en su calendario: el miércoles 27 de abril. Ese día la Reserva Federal comunicaba su decisión de política monetaria para EE UU y, sobre todo, su presidente, Ben Bernanke, comparecía por primera vez en rueda de prensa. El mensaje que salió de la cita, a juzgar por el comportamiento de los activos de riesgo como la Bolsa, no disgustó a los inversores.
Los principales mensajes de Bernanke fueron dos: el programa de compra de bonos -Quantitative Easing II- cumplirá el calendario previsto y finalizará en junio (no habrá, pues, un QE III), y dejará los tipos de interés entre el 0% y el 0,25% hasta tener pruebas solidas de que la economía y el empleo den señales claras de recuperación.
Las reacciones del mercado tras las palabras del presidente de la Reserva Federal fueron principalmente tres: subida de las Bolsas, fuerte apreciación del euro frente al dólar (el cambio ya está en 1,48 dólares por euro) y nueva escalada del precio del oro como activo refugio ante la inflación (la onza cotiza a 1.558 dólares).
La fortaleza de la renta variable se produce en un contexto muy complicado. Para empezar, la principal economía del mundo, la estadounidense, sufrió una importante desaceleración en el primer trimestre. El PIB de Estados Unidos creció de enero a marzo solo un 0,4% (que equivale a una tasa anualizada del 1,8%) frente al 0,8% del cuarto trimestre de 2010. En Europa la situación de Grecia sigue siendo muy preocupante. A la espera de que se tome alguna decisión política, lo que el mercado dice es que habrá una quita de su deuda. Y es que pagar un 25% de interés por sus bonos a dos años es difícilmente sostenible. Además, tener un precio del petróleo cotizando a 125 dólares el barril no supone un buen compañero de viaje para el crecimiento de la economía mundial.
Desde el punto de vista corporativo, las fusiones y adquisiciones siguen animando todo tipo de sectores. En España la noticia más destacada la proporcionaron los resultados del Banco Santander. Las ganancias de la entidad en el primer trimestre retrocedieron un 5% por los mayores gastos y el mal comportamiento de su negocio doméstico.
La buena actuación del Ibex en la semana estuvo soportada por una relajación de la prima de riesgo. La diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el bono alemán cayó desde 221 puntos básicos a 205 puntos.
En este contexto parece razonable tener dudas acerca del potencial adicional de la Bolsa. El problema es que cualquier activo alternativo tampoco ofrece unas expectativas como para tirar cohetes. Un viejo axioma bursátil dice "vende en mayo y vete". ¿Habrá que hacerle caso? -
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