Empleo de calidad para los jóvenes
Un vistazo a los datos de la EPA nos muestra que ser joven con una buena formación, ya sea de grado, formación profesional, máster o doctorados es sinónimo de precariedad laboral. Es necesario invertir esta situación de nuestros jóvenes con medidas reales de creación de empleo de calidad. No pueden seguir sin trabajo o con trabajo basura. Cambiar estas realidades es una de las medidas que el Gobierno debería tomarse en serio. Sin contemplaciones debe perseguir a los que precarizan el mercado laboral y no darles herramientas para que restrinjan los derechos de los trabajadores como es la última reforma laboral de septiembre de 2010.
Ya no caben lamentos, palabras huecas, hay más de dos millones de jóvenes menores de 35 años en desempleo, sin perspectivas de futuro. Necesitan soluciones reales y empleo de calidad.
No es positivo que nuestros jóvenes sientan que la educación, formación y cualificación recibida no les sirve para nada más que para conseguir ser becarios sin cotizar a la Seguridad Social, para tener contratos en prácticas con salarios brutos por debajo de los 1.000 euros mes o lo que es peor aún: trabajo sumergido sin ningún tipo de derecho social.
Todos estamos obligados a inyectar a nuestros jóvenes ilusión, posibilidades y esperanza, con empleo de calidad, con una educación que desde su inicio les genere entusiasmo, porque saben que al finalizar tendrán presente y futuro y participarán en el progreso de nuestra sociedad.