El investigador del 'caso Faisán' ratifica su versión
El comisario Carlos Germán, encargado de la investigación del chivatazo a la red de extorsión de ETA en 2006, ratificó ayer los informes presentados al juez Pablo Ruz y que concluyen que el soplo tuvo un móvil político y con la finalidad de no perjudicar el proceso de negociación entre el Gobierno y ETA que en aquella época se estaba desarrollando.
Según fuentes que estuvieron presentes en la declaración del policía, este sugirió que el propietario del Bar Faisán, Joseba Elosua -la persona que recibió el chivatazo-, pudo destruir algunas pruebas que le vinculaban a la red de extorsión de la banda terrorista nada más recibir el aviso de que podía ser detenido en cualquier momento.
Carlos Germán criticó la "escasa memoria" de Elosua, que el pasado martes negó que el principal sospechoso, el inspector José María Ballesteros, fuera la persona que le había pasado el teléfono.
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