Fomento mejora un punto negro de la N-340 en Tarragona

Hay algo diferente en el polémico tramo que va del kilómetro 1.171 al 1.172 de la autovía A-7, entre Tarragona y Altafulla. En lo que va de año, en esta carretera de la N-340 han muerto siete personas en tres accidentes y, tras el clamor de alcaldes y vecinos de la zona, el Ministerio de Fomento ha reforzado la seguridad vial.

De 2008 a 2010 en este punto de la N 340 tuvieron lugar 23 accidentes, con 4 heridos graves, 37 leves y ninguna víctima mortal. El ministro José Blanco, tras una pregunta del senador de Convergència i Unió (CiU) Josep Maldonado, afirmó el martes que el tramo cumple "de forma estricta" la reglamentación técnica de carreteras y se comprometió a desdoblar la N-340. Blanco sentenció que en los accidentes han influido "factores ajenos a la vía" y que, pese a ello, se han llevado a cabo "trabajos adicionales de refuerzo en la señalización horizontal", tal como requería el informe elaborado por los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, las dos fotografías demuestran que las labores de mejora de la seguridad vial no se han limitado a ello.

El trágico tramo son apenas 1.000 metros en los que una rotonda superior y el paso inferior canalizan el tráfico hacia Altafulla, La Móra y Torredembarra. La velocidad máxima permitida está limitada a 80 kilómetros por hora y la carretera pasa de tener dos carriles en cada sentido a tener solo uno. En ese tramo de la vía coincidía una curva con los indicadores de un área de servicio, un panel informativo sobre la autovía del Mediterráneo y dos señales que muestran las dos direcciones posibles: seguir por la A-7 en dirección a Tarragona o desviarse hacia la derecha y tomar la carretera que desemboca en Altafulla.

En las labores de mejora, la Unidad de Carreteras del Ministerio de Fomento separó los carriles de circulación con una doble línea y situó una isla central cebrado. El Servicio Catalán de Tráfico rehúsa realizar declaraciones sobre estas reformas y fuentes de Fomento reiteran que las medidas se tomaron para evitar accidentes, aunque todos los estudios técnicos validaban la señalización anterior.

"No entendemos por qué dejaron la señalización así; es un cuello de botella. La señal parecía indicar que debes girar hacia el otro sentido, producía un efecto óptico al estar demasiado centrada", explica el alcalde de Altafulla, Josep Maria Pérez. Maldonado va más allá: "Había una señalización, pero era confusa. El informe de los Mossos pide que se mejore más de lo que se ha hecho, ahora aún es insuficiente".