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Valencia pierde otras 16 salas de cine

El cierre de UGC Ciné Cité confirma la decadencia del Mercado de Campanar, ahora prácticamente un centro comercial fantasma con tres tiendas abiertas

Natalie Portman protagonizará la noche más triste del centro comercial con el fundido a negro de tres de sus películas: El amor y otras cosas imposibles, Cisne negro y Sin compromiso. Pero hay otros 13 filmes en cartel. Y cuando el proyector termine hoy de iluminar los fotogramas del cuento Caperucita Roja, la española ¿Para qué sirve un oso? o la historia del terrorista Carlos esta noche, los cines UGC-Ciné Cité echarán el cierre, el futuro de 43 trabajadores quedará en el aire y Valencia habrá perdido otras 16 salas con 2.100 butacas. Varias de ellas dedicadas a la proyección en versión original con lo que a los cinéfilos ya solo les quedará el reducto de los cines Babel.

La empresa UGC vendió recientemente a Cinesa las multisalas que tenía en Cádiz y en Madrid (otras tres). Pero los cines UGC del Mercado de Campanar estaban inmersos en un litigio con la empresa que lo gestiona, GMP. Según los trabajadores del cine, la causa era la interpretación de un contrato que obligaba al centro a mantener un 50% de las tiendas ocupadas. Pero una sentencia reciente obligaba a UGC a pagar el alquiler adeudado desde 2009. La empresa no quiso ayer hacer declaraciones.

El cierre de las salas confirma la decadencia del centro comercial, abierto como Espai Campanar en 2004, cerrado después y reabierto como franquicia del Mercado de Fuencarral de Madrid, y desde 2008 bajo el control de GMP. Ayer solo había tres tiendas abiertas. Y al calor del cine sobrevivían dos negocios más, Frutolandia y Waqas Döner Kebab. "La parte de abajo está toda cerrada y sin luz", explica Bárbara Ferrándiz, de 27 años, encargada de Laga, un negocio de moda y complementos que apenas nota el abandono: "Las clientas vienen adrede, no hacen ruta de shopping".

"Da un poco de penilla ver tantas tiendas cerradas", contaba ayer Elisa Ferrer mientras compraba en Skunkfunk. "A los cines venía mucho con los niños, tenía aparcamiento gratis tres horas y había un abono de cinco películas que te salía a 4,25 euros cada una". Lo mismo opinaba José Vicente Carrión, a punto de entrar a ver La legión del águila: "Es barato, bastante tranquilo, tiene un buen sistema de descuentos y buen trato".

José Enrique Calvo, trabajador de UGC desde su estreno, en septiembre de 2004, se quejaba ayer de la falta de información y negaba que el cierre se debiera a la falta de espectadores: "Estamos en el tercer o cuarto puesto de Valencia, en 2010 superamos los 400.000 espectadores y hasta nos habían felicitado". Ahora espera con sus compañeros las condiciones del ERE.

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