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Reportaje:

Polonia, contra el déficit

La economía más boyante de Europa intenta combatir su abultado desequilibrio fiscal en un año de elecciones

Polonia ha sido uno de los países europeos que mejor han aguantado el tipo durante la actual crisis económica. En los últimos tres años ha registrado un crecimiento medio del 3,5%, muy por encima del retroceso del 0,6% que tuvo la Unión Europea en el mismo periodo. Polonia ha sido además el único país del club comunitario que no entró en recesión en 2009, el peor año de la crisis financiera internacional. La clave ha estado en su dinámico sector exportador, en la fuerza del consumo y el gasto público.

No obstante, la principal preocupación polaca sigue siendo su abultado déficit fiscal. Los datos preliminares conocidos esta semana indican que el desequilibrio público de 2010 estaría entre el 7,4% y el 7,9% del PIB, un dato que supera en más de un punto el 6,8% de 2009. Por otro lado, la deuda pública ha tocado uno de sus techos históricos después de llegar al 53% del PIB en 2010. Estos desequilibrios se deben al impulso fiscal para combatir la crisis que se ha traducido en crecimientos del consumo público muy por encima del PIB durante los años de la crisis.

La recuperación depende del sector exterior, y este, a su vez, de Alemania

El Ejecutivo se ha comprometido con la Comisión Europea a reducir este desequilibrio al 5% este año y al 2,9% en 2012. Las autoridades también han presentado un plan de austeridad de cuatro años mediante el cual se situaría la deuda pública por debajo del 50% en 2014. Pese a ello, los analistas son escépticos respecto del éxito del plan. En primer lugar, creen que el Estado difícilmente impulsará recortes sociales en un año de elecciones parlamentarias, en las que además está comprometido el triunfo de la coalición de gobierno. En este sentido, el propio primer ministro, Donald Tusk, ha confiado el éxito de la reducción de la deuda al crecimiento de los próximos años.

En este sentido, este año las previsiones del FMI indican que el país podría crecer un 4,4% -un 4% este primer trimestre-, aunque se produciría una ralentización a partir de 2012. El problema es que este año podría resentirse el consumo interno por la subida del IVA realizada en enero pasado y por el creciente desempleo, que llegó al 13,2% en febrero. Los datos de la OCDE, no obstante, indican que este curso el consumo privado debería crecer un 3%, mientras que el desempleo podría caer hasta el 8,5% tras el 10% de 2010.

Con estos datos y con dudas sobre el principal pilar del crecimiento reciente, las exportaciones cobran vital importancia. Los datos de la OCDE indican que este año las ventas al exterior podrían crecer un 5,8% tras dispararse un 11,6% el año pasado. Los analistas creen que todo dependerá del comportamiento de Alemania, su principal socio comercial y destino de una cuarta parte de los envíos polacos al exterior. Las previsiones de crecimiento para Alemania se sitúan este año entre el 2,5% y el 2,8%.

La credibilidad internacional en la economía polaca se ha resentido las últimas semanas debido a las duras declaraciones del exministro de Economía y actual asesor del banco central polaco, Miroslaw Gronicki, quien denunció en una entrevista "errores y omisiones" en el cálculo de la balanza de pagos. Esto implica que muchos de los datos se habrían subestimado y que, de ajustarse, la mayoría de las cifras de exportaciones y PIB deberían corregirse a la baja. Incluso otros analistas creen que los supuestos ajustes alejarían las optimistas metas de déficit y de deuda pública.

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