"Soy menos defensivo que Mourinho"
El único entrenador que se ha sentado en un banquillo de la máxima categoría del fútbol español los últimos 11 años cumple hoy en el Rico Pérez su partido 400 en Primera. Miguel Ángel Lotina Oruechebarría (Meñaka, 1957) se ha convertido en un clásico.
Pregunta. ¿Cuándo decidió que iba a ser entrenador?
Respuesta. Con 27 años. Había tenido muchos entrenadores alineadores. No digo que fueran malos técnicos, de todos he aprendido, pero se podía ser más completo. Siempre tuve voluntad de evolucionar, ansia de aprender.
P. ¿Cuál es el fútbol de Lotina?
R. Cuando hablo de fútbol siempre lo hago entre comillas porque esto es de los futbolistas y el trabajo depende de ellos. Un sistema puede ser bueno para mí, pero no valer para una plantilla. Cuando escucho por ahí que lo que dice un entrenador es palabra de Dios, me crea dudas ese entrenador. Hay gente que maneja verdades absolutas y en el fútbol no existe ninguna.
"Comparar a Messi con Cristiano es un ejercicio de ignorancia futbolística total"
"Lo de Pep puede ser una verdad absoluta, pero habría que verlo con otra plantilla"
P. Esta temporada anunció toque y al final hubo bastante fútbol directo. Podemos identificar a qué juegan Guardiola o Mourinho, pero con usted lo tenemos más complicado porque además siempre advierte que le gusta la duda.
R. Lo de Guardiola puede ser una verdad absoluta, pero habría que verlo con otra plantilla. Su filosofía no cambiaría, pero no nos maravillaría como lo hace. No jugaría igual sin Xavi o Iniesta y ya no digamos sin Messi, que es el más difícil de clonar. Sobre Mourinho se puede identificar a qué juega ahora el Madrid, pero cambia sobre todo según el rival. Lotina cambia dependiendo más de sus jugadores que de los oponentes. O es lo que intento.
P. Es un ecléctico sin estilo definido.
R. Mi estilo es el orden. Soy un enfermo del orden defensivo y esa es mi característica más marcada. Y por eso me dicen que soy defensivo, pero lo soy menos que Mourinho, por ejemplo.
P. ¿Qué es el orden?
R. Que cada jugador sepa cómo se defiende cada situación. Es verdad que nunca hay dos iguales porque siempre cambia algo sobre el césped o en lo psicológico, pero hay situaciones muy parecidas y se pueden trabajar. A partir de ahí, juego. Porque estoy a gusto con equipos que jueguen.
P. ¿Le gustaría entrenar a un grande?
R. Todos los objetivos son igual de bonitos, pero no podría entrenar al Barça después de Guardiola. No sabría. Es una obra insuperable. Me sentaría y trataría de no molestar. Se puede estudiar lo que ha hecho, pero no podría explicarlo. No tengo argumentos para hacerlo porque lo veo, pero no lo llevo dentro. Y seguramente tampoco podría trabajar con el Madrid después de Mourinho porque tampoco tengo la capacidad para decirle a Cristiano o a Özil que tienen que bajar y defender. Hay que reconocerle un mérito a Mourinho y es que ha conseguido hacer jugar a un equipo grande como uno menor y que además lo haga convencido. Yo fui con el Celta al Bernabéu e hice lo mismo que el Madrid contra el Barça en Liga, empatamos y me cayeron palos por todos lados. ¡Y era el Celta!
P. ¿Se habla mucho de los entrenadores?
R. Más de lo debido. Mucha culpa es nuestra. Con la edad he aprendido a tener cuidado, a no decir cuando gano un partido que fue porque lo tenía muy bien preparado. Los preparo igual cuando pierdo. La importancia de los técnicos es indiscutible, pero el futbolista está primero. Me encanta el Barça de Guardiola, pero su grandeza viene de los jugadores.
P. Quizás también de la gestión del vestuario. Antes las estrellas salían disparadas del Barça. Maradona, Ronaldo y Romario solo estuvieron un año allí.
R. Eso es importantísimo. Guardiola cogió un vestuario con problemas y lo limpió. Tomó decisiones valientes, se dio cuenta, antes que nadie, del valor de Messi y le dio galones. Comparar a Messi con Cristiano es un ejercicio de ignorancia futbolística total. Messi es Messi y los demás, futbolistas.
P. ¿Qué jugadores de los que ha entrenado le dejaron huella?
R. Los buenos, pero también competitivos, con carácter. Valoro el compañerismo, el liderazgo dentro y fuera del campo. En el Numancia, en Segunda B, tuve a uno de ellos, se llamaba Bernad, un jugador excepcional.
P. Dos ascensos, una Copa del Rey con el Espanyol, llevó al Celta a su única Champions...
R. He llegado a Europa con Celta, Espanyol y Deportivo.
P. Y firmó un traumático descenso con la Real Sociedad.
R. Me dolió mucho. No me sentía responsable directo, pero era responsable. El equipo bajó y entendí que lo mejor era no seguir. Tuve tres ofertas, Getafe, Recre y Depor, pero la Real es mi segundo equipo y en otro supuesto la hubiera entrenado en Segunda. Así me educaron: primero el Athletic y luego la Real.
P. ¿El Athletic es un tren que ya no espera?
R. No estoy pendiente de que llegue. Tuve un par de oportunidades que no se concretaron. Sería bonito, pero también duro y si no pregúntele a Irureta. Para cualquier vizcaíno el Athletic es lo más grande. Ahora es un rival.
P. El año pasado renovó en marzo, ¿qué ha cambiado?
R. Surgieron rumores de ofertas y el presidente me metió prisa. Esta temporada el equipo no está salvado y los mensajes en ambas direcciones son los de asegurar la categoría y luego hablar.
P. ¿Le dolería no seguir?
R. No. Tengo una edad y valoro que hay que hacer lo mejor para el club, el vestuario o el entorno. No es decir: "nos hemos salvado, firmamos". Hay que ver el proyecto y si interesa que yo siga. Además, creo que tengo buen cartel entre la gente de fútbol. No me asusta parar.
P. ¿Pero ve el final?
R. No. Hay equipos en España, no le voy a decir cuáles, que me apetece entrenar. Y probar nuevos ambientes. El fútbol no me cansa, tampoco la crítica. Sí la mentira, y este año se ha dicho que no me hablaba con Lopo o con el presidente. No la acepto, me consume. Tengo dos hijos ya mayores y la base de su educación fueron dos pilares: no mientas nunca y no hagas nada que no quieras que te hagan a ti.
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