Ciudades huérfanas de grandes obras
La crisis lleva a los partidos a evitar los grandes proyectos en sus programas electorales - Los candidatos apuestan por las inversiones que generen empleo
La carrera electoral se ha quedado huérfana de grandes obras. La crisis ha obligado a todos los partidos a ser realistas. La difícil situación económica, que ha causado que algunos Ayuntamientos tengan dificultades hasta para pagar las nóminas de sus empleados, también afecta a las otras administraciones, necesarias para cofinanciar los proyectos de mayor envergadura. La conclusión es que el 22-M carece de hitos. Todos coinciden en que, con las circunstancias actuales, un proyecto como el Metropol Parasol de Sevilla, la reurbanización de una plaza del centro de la capital con enormes estructuras en forma de setas, no sería planteable. La alternativa: proyectos que generen empleo o riqueza.
Ningún partido aporta proyectos específicos para combatir el paro
Solo las inversiones en transporte y agua se consideran necesarias
"La crisis ha dejado en segundo plano las grandes obras, los proyectos de mayor impacto mediático", resume el coordinador de IU, Diego Valderas, quien apuesta por aquellos que tengan mayor "utilidad social" y "contribuyan al desarrollo", algo en lo que también coinciden socialistas y populares.
El empleo será el elemento central. En esta idea coinciden todos los partidos, aunque ninguno aporta proyectos específicos que vayan a incluir en sus programas y que puedan ilustrar cómo generar más puestos de trabajo con las inversiones locales.
El secretario de Política Municipal de la ejecutiva del PSOE andaluz, Juan Manuel Fernández, pone como ejemplo el plan E o el Proteja, la financiación por parte de los Gobiernos de obras municipales. Y en la gestión de estos es donde asegura que se ven las diferencias. Él afirma que sus alcaldes apuestan por las obras que más trabajo generan y más repercusión social tienen frente a otros, como el de Granada, José Torres Hurtado (PP), que prefieren, según afirma, contratar obras que crean poco empleo, como el asfaltado, y concentrarse en el centro de la ciudad y no en los barrios.
La vicesecretaria de Política Municipal del Partido Popular y concejal de Granada, Mari Fran Carazo, responde con otro ejemplo de lo que su partido no haría: las setas de Sevilla. "No son obras urgentes ni necesarias. Nosotros apostamos por equipamientos que generen riqueza".
Diego Valderas cree que los Ayuntamientos deben ser "motor de desarrollo" y propone invertir en infraestructuras generales que favorezcan a las empresas locales, la rehabilitación y la vivienda social, equipamientos de barrios degradados y centros educativos, deportivos y culturales.
También apuesta por los proyectos que faciliten la movilidad y el transporte público, objetivo en el que todos coinciden. En este sentido, Carazo advierte de que le preocupa que la crisis provoque retrasos o aplazamientos de obras importantes, como el metro de Granada.
Así que, aunque todos admitan que no es tiempo de grandes obras, sí reconocen que son necesarias algunas que precisan de un gran volumen de inversión. Son aquellas relacionadas con el transporte, el agua, según añade Fernández, y la cultura y el turismo, como el palacio de congresos de Córdoba que defiende Valderas en la apuesta por la capitalidad cultural a la que aspira esta ciudad, gobernada por Izquierda Unida.
Para afrontarlas, populares y socialistas proponen la colaboración de la iniciativa pública y privada, "usar la imaginación", como afirma Carazo, y cambiar el modelo.
El otro elemento clave y común para todos los responsables políticos es saber priorizar y administrar. Si en épocas de bonanza económica se pueden permitir criterios más amplios para la selección de proyectos, la actual crisis impone elegir aquellos que sean imprescindibles. Y "estratégicos para cada ciudad", añade Fernández para explicar que no puede haber un modelo común de inversiones para todos los municipios porque cada uno tiene una realidad distinta. Valderas se suma a este argumento y explica que algunos municipios han hecho inversiones sin demasiada planificación, como algunos grandes polígonos industriales, y han anulado sus beneficios.
No es tiempo de 'setas'
El controvertido proyecto de Jürgen Mayer para la plaza de la Encarnación de Sevilla ha conseguido una opinión común de todos los partidos. Ahora sería imposible plantearlo.
Aunque Valderas es el primero en considerar estratégicos los proyectos relacionados con el turismo y la cultura, para lo que pone de ejemplo el palacio de congresos de Córdoba, admite: "Si en estos momentos tuviéramos que elegir, no apostaríamos por las setas ". IU gobierna con el PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla.
Para Carazo es un claro ejemplo de inversión prescindible y que no genera riqueza.
Fernández fue el más reticente para definirse y se escudó en que no conocía toda la información sobre lo que definió como una "obra particular con una estética innovadora". Tras mucho insistir admite: "Ahora, no tocaría una obra como las setas ".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.