A Mesa cumple 25 años y critica su "desamparo institucional"
El 20 de abril de 1986, y con el respaldo de, entre otros, tal y como ayer recordó su presidente, el catedrático Ricardo Carvalho Calero, nació A Mesa pola Normalización Lingüística. Carlos Callón explicó que la asociación que preside celebrará un cuarto de siglo con "trabajo". "Solo desde el trabajo y el combate cívico podrá el gallego asegurar su futuro", afirmó. A Mesa surgió a partir de diferentes agrupaciones culturales, sindicatos y colectivos de la enseñanza y reúne en la actualidad, según sus propios datos, a unos 4.000 socios. Como "plataforma independiente, plural y apartidaria que tiene como único objetivo la promoción del uso del gallego en todos los ámbitos de la vida social propios de cualquier idioma", se autodefine en su página web.
Carlos Callón también se felicitó porque A Mesa "continúe existiendo, a pesar de la intensidad de las campañas difamatorias para que calle" y denunció el "desamparo institucional". "Este desamparo equivale a cero céntimos de euro en ayudas o subvenciones de cualquier tipo por parte de la Xunta", añadió. La asociación en defensa del gallego participará en el acto que la plataforma Queremos Galego, impulsada por la propia Mesa, organizará el próximo 30 de abril en la sala Capitol de Santiago y en la que habrá conciertos e intervenciones de escritores.
Por otra otra parte, la política sobre el gallego provocó ayer de nuevo un áspero debate en el Parlamento, donde compareció en comisión el secretario general de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, para presentar la Rede de Dinamización Lingüística. "Con su política de desprotección del gallego tienen el riesgo de enajenarse el voto moderado", criticó Francisco Cerviño (PSdeG), "el voto de la extrema derecha y el nacionalismo español ya lo tienen". Lorenzo contabilizó 72 entidades locales, más el Consello de Cultura, adheridas a la Rede, sin presupuesto ni organigrama siete meses después de su publicación en el DOG. Anxo Lorenzo arguyó que la actual Rede "recoge la esencia de una idea suya como era el Consorcio de Planificación Lingüística". "Su objetivo es fomentar la cooperación con los ayuntamientos, con autonomía en promoción lingüística".
Bieito Lobeira (BNG) criticó la razón de ser de la Rede. "Control político partidario, antidemocrático", zanjó. "¿Cómo van a hacer política lingüística al margen de las grandes ciudades? Los 12 ayuntamientos más grandes del país no están en la Rede". La iniciativa de Lorenzo, al margen de la Coordinadora de Equipos de Normalización, obliga a cada ayuntamiento a nombrar un representante político y otro técnico. Para Lobeira, "teniendo en cuenta que el 80% de los ayuntamientos no tienen servicio de normalización, el técnico puede ser cualquier cosa, pero especialista en gallego no". Lorenzo habló de "su" Red como "piedra angular" de la política lingüística. "Garantizamos su financiación dentro de las posibilidades actuales. Ya me gustaría tener los 25 millones que tenía Polítco Lingüística en 2007, y entonces no pudieron hacer el Consorcio".
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