Almería aplaza hasta después del 22-M la aprobación del plan urbano

PP y Gial, socios de gobierno en el Ayuntamiento de Almería, habían acordado celebrar el 29 de abril un pleno para la aprobación provisional del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La idea era sacar adelante este instrumento fundamental para el desarrollo urbanístico de la ciudad en el último pleno del mandato municipal que está a punto de expirar.

A última hora y por sorpresa, el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), ha decidido cambiar de opinión y ha optado por retrasar la aprobación del plan urbanístico hasta después de las elecciones municipales del próximo 22 de mayo.

En esta decisión, han sido fundamentales las últimas manifestaciones vecinales contrarias al plan; las dudas jurídicas de IU sobre un documento redactado en 2004 y modificado en numerosas ocasiones durante siete años y, sobre todo, la posibilidad de que el rechazo de algunos colectivos calentase la campaña electoral en contra del gobierno municipal.

Tras la integración en el PP del Gial -fundado por Juan Megino, concejal de Urbanismo de Almería-, Rodríguez-Comendador acaricia la posibilidad de gobernar con mayoría absoluta en Almería tras ocho años de gobierno de coalición. Y no quiere que nada enturbie esa posibilidad que tiene al alcance de la mano.

El alcalde aseguró que la decisión, adoptada en el último momento antes de la celebración de la Comisión Informativa de Urbanismo, se debe a que se quiere conseguir "el mayor consenso posible" y, para ello, cree "oportuno" esperar a la celebración de los comicios municipales de mayo.A finales de febrero el regidor almeriense daba a conocer el PGOU y aseguraba que era "el único documento posible" y que recoge "todas y cada una de las demandas que en estos momentos plantea la ciudad tanto a corto como a largo plazo". Sin embargo, la cercanía de la campaña ha hecho que esta decisión cambie.

El concejal de Urbanismo no quiso valorar la decisión del alcalde, su socio de gobierno durante ocho años y con el que ha mantenido una tensa relación durante todo este tiempo. "Estaba preparado para debatir el documento y me gustaría defender el PGOU que ha redactado mi equipo, pero tengo la capacidad que tengo", se limitó a decir, al tiempo que reconoció que ver cómo salía adelante su plan hubiera sido la mejor de las despedidas, tras anunciar que abandona la política con la desaparición del partido que fundó en 2002.

La redacción del nuevo plan ha supuesto una inversión de dos millones de euros, incluidos los 500.000 euros derivados de la elaboración de un nuevo documento tras la entrada en vigor de la normativa autonómica en materia urbanística y las indemnizaciones al equipo redactor por el tiempo transcurrido. El plan prevé un importante incremento de la población de Almería en los próximos 20 años. En concreto, contempla que la población crecerá en 142.000 persona (en la actualidad hay censados 192.000 vecinos).

Tras la aprobación inicial del PGOU en marzo de 2007, se presentaron 1.500 alegaciones, además de 16 informes sectoriales, de los cuales los más importantes han sido los emitidos por la Consejería de Medio Ambiente, el Ministerio de Fomento, Aviación Civil, la Consejería de Obras Públicas y la Agencia Andaluza del Agua.

Izquierda Unida ha denunciado que la memoria del plan contemplaba los datos socioeconómicos de la ciudad correspondientes al año 2007 e hizo pública su duda acerca del valor jurídico del documento. Aprobarlo sería "un disparate en este momento. Habría que esperar al resultado que salga de las urnas y no dejar Almería en manos de un concejal cuya huella política ya la estamos sufriendo", asegura Rafael Esteban, concejal y candidato de IU.

El PSOE está a favor de la celebración del pleno monográfico sobre el PGOU a finales de este mes y su cancelación le parece un "hurto" a la ciudadanía por parte del equipo de gobierno municipal, que quiere "evitar que los vecinos sepan cuál es realmente la opinión del PP antes de las elecciones", subrayó el candidato socialista, Juan Carlos Usero.

Su partido tiene previsto reunirse esta mañana con vecinos de La Molineta, uno de los parques periurbanos que han sufrido un recorte de su espacio a favor del ladrillo y los que están produciendo el ruido molesto que, precisamente, quiere evitar el PP antes del 22 de mayo.

No es el único debate que aparca el PP, en estado de quietud política desde enero de 2011. En dos ocasiones ha retirado del orden del día la ordenanza cívica en la que tenía todo su empeño el concejal de Movilidad, José Carlos Dopico, que se ha caído de la nueva lista de Rodríguez-Comendador, que aspira a gobernar con mayoría absoluta tras las elecciones.