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Nueve grupos de cajas admiten la posibilidad de pedir capital público

El Banco de España aprueba todos los planes de recapitalización - Cuatro entidades irán primero a Bolsa y el resto tendrán ayuda del fondo de rescate

Íñigo de Barrón

El partido no ha hecho más que empezar y todavía quedan muchas incógnitas por despejar sobre el futuro de las cajas con problemas. Ayer se dio un paso: el Banco de España aprobó las estrategias de recapitalización de Bankinter, Bankpyme, Deutsche y Barclays, así como de nueve grupos de cajas. El supervisor ha dividido en dos el pelotón de cajas: de un lado se han colocado las más preparadas, aquellas a las que el supervisor les ha admitido que su primera opción sea salir a cotizar a Bolsa o buscar inversores privados: Bankia, Banca Cívica, Mare Nostrum -liderada por Caja Murcia- y el grupo dominado por Cajastur. Al menos deberán colocar el 20% de su capital social en manos de terceros.

El dinero público contará como capital para las pruebas de resistencia

El resto de las entidades están en un segundo bloque, donde hay problemas a corto plazo y con el que el Banco de España tendrá que trabajar a fondo. Son cinco grupos de cajas que necesitarán, en todo o en parte, el dinero de los contribuyentes para ser solventes y cumplir con los requisitos de capital exigidos por el Gobierno. De los cinco grupos, en tres (Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa y Unnim), la inyección de dinero público será elevada, pero la cuantía se desconoce porque dependerá de los activos que puedan vender y de lo que capten de los inversores, una tarea difícil.

La cuarta es Caja Mediterráneo (CAM) que será nacionalizada salvo que encuentre un comprador privado antes del 28 de abril. Caja Duero-España es la quinta. Saldrá de este grupo si se fusiona con Unicaja (ayer aprobaron el protocolo de fusión) ya que no necesitaría ayudas públicas.

Para los nueve grupos el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) será la última opción, un seguro de vida, por si fallan las estrategias anteriores. Si pinchan en la salida a Bolsa, o no encuentran inversores privados, o no pueden vender activos, el Estado garantizará la solvencia de las entidades.

El siguiente paso será el 28 de abril, cuando las entidades que necesitan ayudas públicas presenten sus estrategias "en planes detallados de recapitalización". El supervisor, el fondo de rescate y varios bancos de inversión, valorarán las cajas para decidir el precio al que entrará el FROB en el capital, uno de los pasos más importantes de todo el proceso. Este informe se enviará a Bruselas, que deberá aprobarlo. Si la valoración fuera muy elevada, podría considerarse "ayuda de Estado" y el dinero incrementaría el déficit público. Esta sería la peor opción para el Gobierno, por lo que el fondo de rescate no podrá ser generoso.

Según los cálculos del Banco de España, a fecha de hoy, las cajas tienen pedido, como máximo, 15.896 millones de FROB que será capital, incluyendo los 2.800 millones solicitados por la CAM. Además, el Estado ya ha desembolsado 9.674 millones como préstamos a través de participaciones preferentes. En total están comprometidos 25.570 millones, el 2,5% del PIB, una cifra inferior a las ayudas de otros países europeos.

En la nota hecha pública ayer por el Banco de España se aclara que si algún grupo de cajas no consigue vender el 20% entre inversores privados se contempla la aportación "parcial" de capital por parte del FROB. Esta ayuda puede ser fundamental si se resisten a entrar los inversores.

Una vez que el FROB apruebe la posibilidad de entrar en las cajas, todas ellas superarán las pruebas de resistencia europeas de junio. Para estos exámenes se contará con este capital, aunque no esté desembolsado. De lo contrario, algunas de estas cajas suspenderían.

La polémica llegará con CatalunyaCaixa y Unnim porque pueden recibir parte del fondo de rescate como préstamo y no como capital. Por eso, puede que el Estado no tenga mayoría en el consejo, al menos en el de CatalunyaCaixa, informa Lluis Pellicer.

Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria podrían necesitar 519 millones si no consiguen inversores privados, pero el grupo, que ya ha pedido ficha bancaria, lo da por hecho y no espera necesitar nada. Ampliarán capital en 580 millones, espera colocarlo y tener un capital del 10%, si venden las acciones con un descuento del 30% sobre el valor en libros.

El gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, el pasado año en el Congreso.
El gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, el pasado año en el Congreso.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.
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