JP Morgan eleva un 67% el beneficio en el trimestre tras reducir sus provisiones

Sólidos, aunque sin mucho entusiasmo. Así se resumen los resultados de arranque de ejercicio de JP Morgan Chase, el primer banco de Wall Street en publicar sus cuentas del primer trimestre. La entidad de Jamie Dimon tuvo un beneficio neto de 3.828 millones de euros, lo que representa un incremento del 67% comparado con los resultados de hace un año.

Pero a pesar de ser segundo récord consecutivo, el detalle sigue reflejando puntos de vulnerabilidad. Dos años después de la crisis, el banco sigue sin experimentar un incremento en los ingresos, que cayó un 9%, a 17.773 millones. A la vez se produjo una caída en la concesión de créditos, del 3% en los préstamos al consumidor. Una contracción que anticipó la Reserva Federal. Estos puntos oscuros en los resultados de JP Morgan reflejan, de hecho, la realidad que se vive en la economía estadounidense a pesar de que en el parqué se vea ya lejos la recesión. En el corto plazo, una caída en el crédito al consumo puede ser reflejo de que la actividad económica pierde tracción. Aunque a largo plazo ayuda a sanear las financias de los hogares.

Hay un tercer problema. Dimon admitió que el mercado inmobiliario sigue deprimido, y eso hará de lastre en sus resultados "durante un tiempo". Lo positivo es que la entidad está poniendo mucho menos dinero en reserva para cubrir las pérdidas por los créditos de tamaña calidad. Ese fondo está ahora en 807 millones, frente a los 4.838 millones hace un año.

A pesar de las dudas, la entidad va a subir un 37% la remuneración global a sus empleados de la división de banca de inversión, hasta los 343.263 euros por empleado por todo el año 2011.