Los autores del motín de Picassent aceptan 13 años y medio de cárcel

Después de una tensa negociación en la Ciudad de la Justicia de Valencia, los cuatro autores del motín en el centro penitenciario de Picassent de otoño de 2007 aceptaron ayer sendas penas de 21 años y nueve meses de cárcel que quedarán reducidas, sin embargo, a 13 años y medio por la refundición de las condenas. La fiscalía y la acusación particular, en nombre del sindicato de funcionarios Acaip, pedían penas muy superiores, pero rebajaron sus pretensiones para cerrar el acuerdo.

Ni siquiera la conformidad serenó los ánimos; al hacer uso de su última palabra, los reos achacaron la revuelta al trato degradante que recibían. Uno de ellos añadió girándose hacia el público: "Hay funcionarios que están en esta sala que saben que tienen que pagarlas todavía".

El 27 de noviembre de 2007, según quedó establecido ayer, los cuatro condenados, recluidos en el módulo 11 de aislamiento, ejecutaron un plan para amotinarse mientras estaban en el patio. Hacia las seis de la tarde, uno de ellos pidió a un funcionario hacer una llamada. El vigilante lo acompañó. Al regreso, tras abrir la puerta del patio, el preso se abalanzó sobre él y lo golpeó repetidamente hasta inmovilizarlo. Simultáneamente, los otros reos extrajeron los pinchos (armas blancas artesanales) que habían escondido en un desagüe del patio y redujeron a otros dos guardias. A uno de ellos lo encerraron en una celda; a otro lo esposaron a una mesa y le amenazaron repetidamente con frases como: "¿Qué te parece si te metemos un pincho por la cabeza y lo sacamos por la mandíbula?".

Los presos depusieron su actitud a las seis de la mañana, 12 horas después de haber iniciado el motín, tras otra larga negociación con las autoridades penitenciarias. Ayer fueron condenados por detención ilegal, lesiones y atentado continuado. La sección segunda deberá decidir si el Estado asume las indemnizaciones, dado que los cuatro reclusos se han declarado insolventes.