Rabia
Manuel Chaves atraviesa uno de los peores momentos de su ya larga trayectoria política. Las actividades mercantiles de su hijo Iván le han supuesto al PP una extraordinaria munición que va a utilizar de manera contundente contra él, al igual que ya hicieron con su hija Paula y el mal llamado caso Matsa, que no era caso, y que hubo de archivar el Supremo por no apreciar irregularidad alguna. Cuando este tema comenzaba a remitir, después de un intenso cerco al que le han sometido en el Congreso y el Senado, se unió el escándalo de los ERE y, por si fuera poco, aflora lo de su otro hijo en un asunto, cuando menos, estéticamente cuestionable aunque está por ver si hay algún tipo de ilegalidad en su comportamiento.
Inicialmente, no parece que los populares vayan a cometer el mismo error que con lo de Matsa, y antes de precipitarse acudiendo a la vía judicial, esta semana pondrán el acento en el acoso parlamentario a un Chaves al que se le observa especialmente dolido. Una vez más, en la pelea cae por medio un familiar directo suyo, muy a su pesar. Eso es lo que le duele de manera más acusada. Cómo su condición de político hace que los suyos paguen las consecuencias. De ahí su rabia al contemplar el carácter de la nueva arremetida.
Ante esta situación, el presidente del PSOE no hace más que encontrar palabras de apoyo en el resto de integrantes del Gobierno, del partido y del propio Griñán. Aunque algunos han ido más allá en su afán de defenderle. Ahí está Luis Pizarro dirigiéndose a él como "presidente de la Junta", palabras que, de inmediato y justamente, se han interpretado como una forma de "ningunear" a Griñán. Para colmo, en ese mismo mitin de Conil (Cádiz), el secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabañas, no quiso quedarse corto y le encumbró como "el mejor presidente de Andalucía". Puede que Chaves se sintiera reconfortado pero, por si acaso, él mismo se encargó de reclamar el cierre de filas en torno a Griñán, tal y como el mismo Pizarro hizo antes en un comité provincial y en otro acto en Los Barrios.
Daba igual, porque la interpretación final ha sido muy diferente, si se tiene en cuenta el contexto de enfrentamiento existente tras su dimisión. Al parecer, no era esa la intención pero lo cierto es que estas manifestaciones contribuyen bien poco a la cohesión interna. Y aunque el propio Chaves le expresó a Griñán, tras estallar la crisis, su respaldo absoluto, los encendidos elogios de los que fue objeto han vuelto a suscitar más desconfianza aún entre ambos dirigentes. Habrá que estar atentos a la réplica y al correspondiente gesto de autoridad al que ya nos tienen acostumbrados.
Y Arenas, mientras tanto, buscando la cámara oculta, pues no puede dar crédito a lo que está sucediendo, a no ser que todo se deba a una inocentada de las que se dan en determinados programas televisivos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.