Mejor tecnología sin ganar calidad
El tránsito a la TDT, a debate
Tras el apagón analógico, el barómetro de mayo de 2010 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dedicaba un amplio espacio a la televisión digital terrestre. A la pregunta sobre "la mejora de la calidad de la programación" como resultado de la implantación de la TDT, el 55,8% contestaba: "Sigue igual". Entonces, las voces menos triunfalistas vaticinaban mucha redifusión y teletienda. Un año más tarde, el panorama no ha cambiado. Por eso, Enrique Bustamante, catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad Complutense de Madrid, define el actual escenario televisivo en la era digital como "agridulce y lleno de claroscuros".
El profesor, uno de los miembros del comité de sabios elegido por el Gobierno para la reforma de RTVE, reconoció ayer en la presentación del libro Contenidos y formatos de calidad en la nueva televisión que el tránsito de lo analógico a lo digital "fue un éxito", pero que esa "épica tecnológica" no se ha traducido en "una notable mejoría" en la calidad de los contenidos. Hecho que exige un debate "entre expertos, profesionales y académicos", según el profesor Miguel Francés i Domenech, uno de los autores de la publicación. Josep Gavaldà, de la Universitat de València, comparte el diagnóstico de Bustamante: "Más cantidad no asegura más pluralidad ni más heterogeneidad". Por su parte, el consultor Andrés Armas y exdirectivo de Impulsa TV, dijo que el "ecosistema audiovisual" debe asentarse sobre tres ejes: regulatorio, tecnológico e industrial. Asimismo, señaló que, siguiendo la máxima darwinista "no siempre sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta a las circunstancias".
Bustamante aprovechó el acto para criticar el sistema de financiación de RTVE por "inviable" e "insostenible" y pedir la creación urgente de un Consejo Audiovisual independiente. Y en "este tiempo de recortes" evocó la salida "vergonzante" de la televisión estatal en el accionariado de la cadena paneuropea Euronews para "ahorrar poco más de dos millones de euros al año".
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