La espiral judicial del presidente valenciano compromete a Rajoy, destacan los socialistas

La espiral judicial en la que está atrapado el presidente valenciano, Francisco Camps, por su implicación en el caso Gürtel, compromete también a Mariano Rajoy. El "ratito largo" que el propio Camps se prescribió a él mismo en los inicios del escándalo "aún ni ha empezado", aseguró ayer el portavoz parlamentario de los socialistas valencianos, Ángel Luna. El auto del juez José Flors, en opinión de Luna, deja "meridianamente claro" que la instrucción del caso de los trajes, en la que Camps está imputado por cohecho pasivo, "se ha terminado" y que ahora lo que puede pasar es que se acumulen a ella las investigaciones sobre el grueso de la trama Gürtel, con supuestos delitos electorales, de cohecho propio, prevaricación o malversación. "La situación de la presidencia de la Generalitat no se sostiene", aseguró el portavoz socialista, que calificó "el silencio y la falta de respuesta" de Camps y también de Rajoy como "tremendamente significativos".

En efecto, la locuacidad habitual de los populares se apagó ayer casi por completo en relación con la nueva decisión judicial que pone a Camps al borde del banquillo. El portavoz del PP nacional, Esteban González Pons, a la pregunta de si afecta a la situación de Camps como candidato en las autonómicas del 22 de mayo, se limitó a responder con un escueto "no".

Mientras la portavoz socialista en el Senado, Carmela Silva, señalaba que Rajoy "aún puede rectificar antes de que haya una sentencia [contra Camps] que pueda ponerle en aprietos", el portavoz de la Coalició Compromís, Enric Morea, dijo que Rajoy es "culpable" de permitir "que se rebaje tanto el nivel de la política valenciana". La coordinadora de Esquerra Unida del País Valencià, Marga Sanz, afirmó que Camps está "acorralado en su situación judicial".