La crisis del PSOE andaluz avanza con tres dimisiones más
Un viceconsejero y dos directores generales se marchan con Pizarro
El Gobierno andaluz pretendía que la crisis abierta por la dimisión del consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, histórica mano derecha de Manuel Chaves, pasara rápidamente. Pero no pudo detener la cascada. "Entramos con Pizarro y nos marchamos con él". La consigna en la consejería fue clara. Los dirigentes políticos, todos de la provincia de Cádiz, a los que fichó Luis Pizarro para acompañarle en su departamento, presentaron ayer su dimisión en bloque. Los tres han explicado que es un ejercicio de "coherencia".
Se marchan el viceconsejero José Antonio Gómez Periñán, el director general de Espectáculos Públicos, Manuel Brenes, y el director general de Administración Local, José María Reguera. El PSOE de Cádiz está convocado hoy a una reunión para debatir la situación.
La consigna de la Junta es pasar página, pero existe preocupación
A nadie ha sorprendido la triple dimisión presentada ayer. Gómez Periñán mantenía profundas diferencias con Francisco Menacho, nuevo consejero de Gobernación y Justicia, con lo cual su marcha se daba por segura, fuera voluntaria o no. Periñán fue el recambio elegido por Alfonso Perales y Luis Pizarro para sustituir hace años a Francisco Menacho al frente de la Delegación de la Junta en Cádiz. Después, Pizarro se llevó a Periñán a Sevilla y en el puesto quedó Gabriel Almagro, al que la Junta ha apartado en una decisión que ha desencadenado la dimisión de Pizarro.
Brenes y Reguera también abandonan sus puestos por decisión propia por fidelidad a quien los eligió, aunque convencidos también de que serían apartados más tarde o más temprano si se hubiesen quedado.
Para el Gobierno andaluz y, sobre todo, para el partido, el portazo de Pizarro ha sido un mazazo en toda regla. Sin embargo, la consigna es rebajar el impacto y envolver la crisis en una aparente normalidad. Dirigentes nacionales y autonómicos salieron ayer a minimizar la marcha del que fuera número dos de los socialistas andaluces durante 14 años y expresar su confianza en la gestión de este "incidente" por el secretario general y presidente de la Junta, José Antonio Griñán.
Pero la manera en que digirió la dimisión de Pizarro el lunes y ayer de puertas para adentro, tanto en el Gobierno andaluz como en el PSOE, estuvo cercana al trauma. Según fuentes de la ejecutiva regional, la vicesecretaria general andaluza, Susana Díaz, habló en el pleno de la ejecutiva del lunes de "palo muy gordo" por el "daño" ocasionado. Respecto a las consecuencias que tendrá esta ruptura en el apoyo a Griñán en las autonómicas de 2012, otras fuentes aseguraron que el propio Pizarro se encargó de hacer una ronda de llamadas a varios dirigentes para comunicarles que no iba a emprender ninguna guerra.
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