Tres costillas rotas y una denuncia a la policía por agresión

La mañana del miércoles pasado, Natan Vargas Torres, de 34 años, se dirigía a su trabajo como mecánico de una empresa de ingeniería. Eran las 6.30. Una patrulla de la Policía Nacional le afeó que condujese tan rápido por las calles de Alcobendas. A partir de ahí, hay dos versiones. Una, la de Natan Vargas, quien afirma que después de discutir unos minutos, durante los cuales intentó llamar a la Policía Local, le tiraron al suelo y le propinaron una brutal paliza; y la otra, la de la policía, que asegura que el hombre, fuera de sí, agredió a uno de los agentes y se resistió a ser detenido.

"Temí mucho por mi vida", relata Vargas en la habitación 648 del hospital Infanta Sofía. Basta con echar un vistazo al parte médico para darse cuenta de la gravedad de los golpes: sufre la rotura de tres costillas y una vértebra, y hematomas por todo el cuerpo. Su abogada va a presentar hoy una denuncia contra los policías por lesiones con agravante de abuso de autoridad. A él, un juzgado de Alcobendas le imputa un delito de atentado contra la autoridad.

Pedro, un vecino, se despertó a esas horas y ese día por los gritos de socorro. "Me asomé a la ventana. Vi claramente cómo le tiraban al suelo y le pegaban patadas y puñetazos. Después llegaron otras dos patrullas y como el chico se resistía a meterse en el coche no pararon de pegarle, incluso cuando estaba esposado. En mi vida había visto nada igual", cuenta. Pedro dice que acudirá a declarar cuando un juez se lo pida. Su madre también observó la escena desde la ventana y se quedó horrorizada.

Los agentes implicados han declarado que Vargas conducía de forma temeraria y le llamaron la atención. Vargas les dijo que si tenían que multarle lo hicieran rápido, que tenía que entrar a trabajar en media hora. Acabaron discutiendo y, según ellos, tiró a un policía al suelo y le pisó la mano. "Tuvo una actitud muy violenta", informan fuentes policiales.