Modric y el dilema de Redknapp

Se vende que no sabe jugar de otra manera que no sea al ataque, que es un equipo de fútbol sugerente con fragilidad defensiva. No me lo creo. Ni Harry Redknapp. Hay un antes y un después para el Tottenham que se definió en los encuentros contra el Milan. El equipo, entonces, demostró ser muy sólido, lejos de esa versión ofensiva y abierta que deja huecos y otorga oportunidades. No creo que a nadie le preocupara excesivamente que el conjunto londinense perdiera belleza en su juego a costa de la victoria. Se cambió la propuesta y se ganó. Así que ahora tiene chance ante el Madrid, que es favorito por su dilatada experiencia, pero que no debería rebajar sus revoluciones porque el Tottenham, inspirado, puede ser espectacular. Entre otras razones, porque ahora está convencido de que es importante y que en este duelo no tiene absolutamente nada que perder.

Con las bandas abiertas y Van der Vaart de mediapunta, el peligro es el juego interior rival

Línea por línea, el Tottenham es muy completo. Ataja Gomes, un portero que hace todo de una manera tan natural... Es muy bueno. Para lo imparable y coge bolas arriba, pero la gente se queda con lo malo, con fallos puntuales. Es un error porque Gomes puede ser una de las claves. También se pone en entredicho a la defensa, pero no veo la razón. Es cierto que afronta el choque sin algún titular en la línea, como Hutton, y con la duda de Gallas. Pero no es un drama. Ekkoto ha jugado todos los minutos posibles y saldrán de inicio Corluka y Dawson, internacionales con Croacia e Inglaterra. Que no esté Gallas no es definitivo. Más bien, el problema puede originarse si el equipo está abierto, si los hombres avanzados no son solidarios en el ejercicio defensivo. Algo que ha ocurrido en fases del curso.

Pero, con el balón controlado, el Tottenham es muy peligroso. Sobre todo, por la variedad de recursos que tiene. Lennon corre por la derecha y no hay quien le pille. Y Bale, por la izquierda, es la clave de la eliminatoria. Con él sobre el césped, el equipo gana enteros. Sin él, se vuelve previsible. En el eje están Sandro y Modric, que se complementan. El primero defiende. El segundo juega y hace jugar porque tiene la pelota y porque entiende el fútbol. Y, de paso, se entiende con Van der Vaart, un futbolista que me apasiona. VdV da calidad extra al equipo. Pero su inclusión deja solo a dos futbolistas en el medio y contra el Madrid eso puede ser un gran problema. Con las bandas abiertas y Van der Vaart en la mediapunta, el tráfico del juego del rival por el centro puede hacerle daño. Quizá con Modric a la izquierda para cerrar los huecos, para tener una tercera pieza en la medular... Ese es el dilema de Harry.

Menos dudas tiene en la punta del ataque, donde Crouch lo juega casi todo. Resulta que Defoe y Pavlyuchenko son más rematadores que otra cosa, lo que les resta oportunidades. No ocurre lo mismo con Crouch, referencia absoluta para el juego directo, que absorbe el balón, lo aguanta y lo da. El incordio, en cualquier caso, es que en la Champions le señalan muchas faltas que se suelen permitir en la Premier, como apoyarse en el rival. Pero este jugador tiene experiencia, habilidad en los pies y, sobre todo, acepta el papel de titular en el Tottenham, que es mucho.

Gustavo Poyet jugó en el Zaragoza, el Chelsea y el Tottenham (2001-2004), entre otros equipos. Fue segundo de Juande Ramos en el equipo londinense en la temporada 2007-2008.