Alfareras en el país del adobe
El primer capítulo del Génesis describe un Dios alfarero y masculino que modela a su criatura Adán con montoncitos de barro. En Gnimitongo (Malí), una aldea ribereña del Níger cerca de Mopti, son las mujeres las encargadas de la alfarería, aunque las vasijas que portan las tres de la foto sean de metal, latón o cobre. Sí es de adobe, en cambio, la pequeña y bella mezquita que se alza tras ellas, aunque no tan extraordinaria como la Djenné, a 95 kilómetros al sur de allí.
Mopti, puerto fluvial que emerge en la confluencia de los ríos Níger y Bani, a 640 kilómetros al noreste de Bamako, la capital de Malí, puede servir de base para visitar Lac Débo, un gran lago con hipopótamos a unas seis horas en barco, o la mítica Tombuctú, a tres días de navegación por el Níger. Desde Mopti también se puede viajar a Bandiagara, la puerta al País Dogón y sus poblados animistas a lo largo de una falla de 150 kilómetros. La mejor época para ir a Malí es el periodo entre noviembre y marzo, durante la estación seca. Spanair vuela directo a Bamako los sábados desde Barcelona, y desde Madrid, con escala, a partir de 630 euros.
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