Detenido un secuestrador que se fugó de la cárcel gracias al envío de un fax falsificado
José Carlos Serna, de 57 años, ha utilizado dos veces el mismo sistema: falsificar un fax judicial y enviarlo a la prisión justo cuando los juzgados ya están cerrados y resulta imposible comprobar su veracidad. Ahora la policía lo ha detenido después de que lograra evadirse de la cárcel de Estremera. Serna está acusado de ser el cabecilla de una red que secuestró en 2008 a un empresario español que fue liberado 15 días después de su cautiverio en el Algarve portugués.
El fugado había utilizado el mismo sistema para marcharse de la cárcel de Valdemoro en octubre de 2010. En la última ocasión, el juzgado de instrucción de guardia de Arganda del Rey -del que depende la cárcel de Estremera- recibió a última hora de la mañana del 30 de diciembre un fax que supuestamente había enviado la sección 23ª de la Audiencia Provincial. Instantes después, una mujer que se identificó como funcionaria reiteraba el envío del fax. Los empleados de Arganda intentaron comprobar la veracidad del fax llamando a la Audiencia Provincial, pero nadie contestaba. La mujer llamó una segunda vez, por lo que los responsables del juzgado de Arganda extendieron el auto de puesta en libertad. Instantes después salía de la prisión de Estremera.
Los agentes de la Policía Nacional del Grupo de Secuestros y Extorsiones comenzaron las investigaciones que le llevaron hasta la esposa del fugado, Gema María S. R., como supuesta autora de la falsificación del documento público. Desde un locutorio de Alcorcón, con su propio ordenador, simuló el fax de la Audiencia Provincial, se hizo pasar por funcionaria y remitió el fax que facilitó la huida de su marido, según la versión policial.
El fugado había urdido una compleja trama para ocultar su identidad: había alquilado habitaciones en pisos de la capital y una casa en Boadilla del Monte, contrató a varios conductores, tenía diversos terminales telefónicos y cambiaba continuamente de tarjetas. Se hizo pasar por catedrático de Economía de la Universidad de Bolonia y aseguraba que tenía previsto contactar con profesores de universidades madrileñas. Algunos de los chóferes le llevaron de hecho a la Complutense y a la Autónoma. Todas esas medidas eran, según les comentó, para evitar un posible espionaje industrial.
Serna fue detenido el jueves en su domicilio de San Lorenzo de El Escorial, en una vivienda completamente enrejada y de imposible acceso, en la que pretendía encontrarse seguro, según la policía. Los agentes habían registrado la vivienda y en ella habían detenido a la esposa del fugado. Sin embargo, los investigadores regresaron al lugar y le encontraron escondido bajo un sofá que tenía preparado para ocultarse. Los policías tuvieron que acceder al inmueble desde el tragaluz del tejado.
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