Alcaldes al asalto de la Asamblea

A falta de que los populares cierren su candidatura a la Asamblea de Madrid antes del próximo 16 de abril, las listas de los dos principales partidos, PP y PSM, tienen un rasgo en común: la presencia de alcaldes, regidores salientes y aspirantes a gobernar un municipio. Eso tiene el riesgo de convertir la Cámara regional en la próxima legislatura en un miniparlamento territorial, donde tengan aún más protagonismo los asuntos de los municipios allí representados. La explicación que ofrecen varios alcaldes consultados, que aspiran a tener hueco en la lista o ya lo tienen, es que en la Asamblea se defienden mejor los intereses locales, porque es el lugar donde se deciden las políticas de la región.

El ascenso del regidor de Alcalá se ve como un premio personal de Aguirre

"En el Parlamento regional podemos defender la visión de las ciudades", afirma el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, que sostiene que un regidor tiene un conocimiento mayor del ciudadano, porque tiene que resolverle situaciones muy variadas en su gestión diaria. "Y estar en los núcleos de toma de decisión es importante", defiende.

En la candidatura del PP está confirmada oficialmente la entrada de cuatro alcaldes, otros cuatro que dejarán el cargo el próximo 22 de mayo y tres candidatos que se han convertido en apuestas del partido para hacerse con difíciles alcaldías. Fuentes populares no descartan la entrada de más representantes municipales.

En las filas socialistas, el recuento es similar. En los 50 primeros puestos (los socialistas tienen ahora 42 diputados) figuran cuatro alcaldes, aunque solo dos tienen opciones de salir. Pero también hay otros cuatro antiguos regidores, lo que incluye al propio cabeza de lista, Tomás Gómez, que fue alcalde de Parla, y además hay dos aspirantes a gobernar un Ayuntamiento.En la candidatura del PP figurará el alcalde de Alcalá de Henares, Bartolomé González, según confirmó ayer la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. "Va a estar en los primeros puestos", anunció Aguirre, que también preside el PP. El ascenso de González, a quien sus compañeros conocen como Bartolo, se considera en el partido un premio que le otorga personalmente la presidenta. Y tiene que ver con la docilidad con la que se ha colocado al frente de la Federación de Municipios de Madrid (FMM) que, con su llegada, se ha convertido en la aliada de las políticas de Aguirre, que sistemáticamente avala.

Junto a él, entran en la lista los alcaldes de municipios más pequeños como el de El Escorial, José María Fernández Quejo; el de Robledo de Chavela, Mario Anselmo de la Fuente, y la alcaldesa de Santa María de la Alameda, Begoña García Martos, la única mujer entre los nombres anunciados por el PP.

Además, también se ha reservado un puesto para los aspirantes a las alcaldías de Alcorcón, David Pérez (actual portavoz del grupo parlamentario); de Getafe, Juan Soler (el portavoz adjunto del grupo), y de Leganés, Jesús Gómez. Son tres de los municipios del antaño denominado cinturón rojo que en la actualidad siguen gobernados por el PSM. En ellos el PP ha irrumpido con fuerza para tratar de dar el vuelco electoral.

También se ha buscado un hueco para cuatro regidores que dejarán la vara de mando el próximo 22 de mayo y a los que, de esta manera, se les premia por su trayectoria. El más destacado es el primer edil de Las Rozas, Bonifacio de Santiago, que abandona a su pesar el Ayuntamiento después de 15 años. Por eso, Aguirre ha tratado de buscarle un hueco en la Asamblea.

De Santiago es un alcalde de mayorías absolutas, muy querido por sus vecinos, que en su día consiguió cambiar de signo a un fuerte feudo socialista. En estos años ha aumentado sobradamente las arcas municipales con las plusvalías urbanísticas, que consiguió ampliando el suelo urbanizable de Las Rozas hasta casi duplicar su población, que en 2010 llegaba a 88.000 habitantes. Además, en estos años su veteranía le había dado el hacer de jefe de filas de los alcaldes del oeste.

También entran el regidor de Valdemoro, José Miguel Moreno, que ha estado un único mandato al frente del municipio; el de Colmenar Viejo, José María de Federico, que mantuvo la alcaldía durante 16 años, y el de Navacerrada, Pablo Jorge Hierro, que también deja el Consistorio tras 16 años de gobierno.

En las filas socialistas se sitúan en puestos de salida el alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, y el de Aranjuez, Jesús Dionisio. Pero también se presentan los regidores de Manzanares el Real, Óscar Cerezal; el de Robregordo, Óscar Monterrubio, y de Carabaña, Mariano Arévalo.

La primera lectura política en este caso es que estos fueron los alcaldes que apoyaron a Tomás Gómez en su candidatura durante las primarias, frente al grupo de regidores -el de Getafe, Pedro Castro; el de Leganés, Rafael Gómez Montoya; el de Fuenlabrada, Manuel Robles, o el de Collado Villalba, José Pablo González- que formaron su mayor núcleo de oposición, por encima incluso de los diputados de la Asamblea disidentes.

Pero también tiene que ver con que el secretario general basa sus propuestas en el municipalismo, porque él mismo ha sido alcalde de Parla. Hasta el punto de que los compañeros de partido en los que se apuntala tienen también un pasado en los Ayuntamientos. Es el caso de su padrino político, el exalcalde de Madrid Juan Barranco, o el antiguo regidor de Fuenlabrada, José Quintana.

De ahí que en su lista no solo haya una gran representación de mandos orgánicos, sino también de antiguos primeros ediles, como el de San Martín de Valdeiglesias, José Luis García, que aspira a recuperar la alcaldía, o la antigua alcaldesa de Colmenarejo, Isabel Peces Barba.

Cuando juren el acta de diputado, estos futuros alcaldes -incluso los que ya lo son tendrán que revalidar su mandato- podrán elegir el tipo de remuneración. Tienen dos opciones: mantener el sueldo de alcalde, que varía según el municipio, y obtener el plus de dedicación a tiempo parcial, que asciende a unos 1.200 euros mensuales; o renunciar a dicho salario y cobrar el de diputado a tiempo completo, que sin los complementos por los trabajos en comisión son 3.808 euros en 14 pagas (53.312 euros anuales).

La elección depende del tamaño del Ayuntamiento. Algunos alcaldes optan por el sueldo de diputado para ahorrar dinero a las arcas municipales. Otras, como la alcaldesa de Santa María de la Alameda, ni siquiera cobran de su municipio, según explican en el PP. Pero a otros regidores el sueldo municipal les sabe bastante mejor que el del escaño.