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La deuda de Portugal supera el 9% por el temor al impago

Bruselas revisa los datos de déficit, que podría llegar al 8%

Álvaro Romero

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Las agencias de calificación han hecho presa en Portugal, que cada vez que recibe una noticia negativa por parte de las sociedades de medición de riesgos ve reducirse el escaso margen de maniobra con el que cuenta para superar la crisis por sus propios medios. El lunes fue Standard & Poor's quien rebajó la calificación de sus grandes bancos y dejó la puerta abierta a un posible recorte de la calidad crediticia de su deuda, lo que llevó a cabo apenas un día después hasta dejarla a un paso del bono basura. Ayer, por si no fuera suficiente, le tocó el turno a Fitch, que también devaluó a las principales entidades y amenazó con reducir la nota de solvencia de Portugal si no recibe ayuda.

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Ante estos envites, la reacción de los inversores fue clara: intensificar el acoso contra los títulos del Tesoro de Portugal hasta situar el interés exigido a sus bonos a cinco años por encima del 9% por primera vez desde que el país entró en el euro.

El principal problema que tiene Portugal, además de un Gobierno en el aire tras la dimisión del primer ministro, José Sócrates, por el rechazo del Parlamento a su cuarto plan de ajuste, está en si tendrá suficientes fondos para hacer frente a los vencimientos de hasta 9.500 millones de euros que tiene hasta mediados de junio. Según el secretario del Tesoro portugués, Carlos Costa Pina, el país está en condiciones de abonar estos pagos.

Sin embargo, los cálculos del mercado van por otra parte. Para Barclays, el Tesoro de Portugal apenas cuenta con 5.000 millones en caja, lo que solo le valdría para llegar hasta mayo. Para el resto, o deberá recurrir al mercado de emisiones de deuda soberana, asumiendo los altos precios al que cotizan sus títulos ahora en el secundario, o al fondo de rescate de la UE y el FMI.

Además, para completar el abanico de problemas, la Comisión Europea reconoció también ayer que está revisando las cifras de déficit de Portugal de 2010 para incluir las inyecciones de capital al sistema financiero. Si Lisboa informó de que acumulaba un desequilibrio presupuestario inferior al 7%, la actualización de estos datos según la nueva normativa sobre ayudas a la banca podría elevar el déficit por encima del 8% del PIB, según fuentes del mercado.

No obstante, el portavoz económico del Ejecutivo comunitario, Amadeu Altafaj, matizó que el procedimiento forma parte de una revisión rutinaria. Según anunció, los datos definitivos serán publicados a final de mes.

Sobre la firma

Álvaro Romero
Redactor del equipo de Redes Sociales y Desarrollo de Audiencias en EL PAÍS. Es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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