Sopa nauryz kozhé en Deusto
Los siete estudiantes kazajos de la universidad privada celebran la llegada de la primavera con comida de su país
El siete es el número sagrado del islam, principal religión de Kazajistán. Siete son los ingredientes necesarios para elaborar la nauryz kozhé, la sopa de carne típica de esta exrepública soviética de Asia central. Y siete son, precisamente, los kazajos que estudian en la Universidad de Deusto, en Bilbao, donde ayer celebraron una fiesta tradicional para dar la bienvenida a la primavera, "el momento en el que se equiparan las horas de luz del día, con las de la noche".
Karlygash Altayeva, una joven de 25 años, desgrana ante un público formado principalmente por alumnos extranjeros de la universidad privada las características de su país. A través de diapositivas, da cuenta de una nación independiente desde 1991, el noveno país más grande del mundo (2.727.300 km²), con temperaturas extremas -en algunas zonas se llega a los 40 bajo cero en invierno-, vastas cordilleras y una capital, Astaná, la mayoría de cuyos edificios no superan los 20 años.
La fiesta, de origen iraní, se celebra en 20 países cada 22 de marzo
Altayeva habla un casi perfecto castellano. Hace dos años, decidió proseguir sus estudios en Bilbao. Hoy, trabaja en el Instituto Vasco de Competitividad Orkestra y está realizando un doctorado relacionado con la innovación y la competitividad.
En su primer año fue la única kazaja en Deusto. Un año después, llegaron tres compatriotas y este año ya son siete. Cada verano vuelven a su país. Ayer se pusieron sus vestidos tradicionales y compartieron una fiesta de un gran significado para todos los kazajos.
Nauryz, una fiesta celebrada en 20 países de todo el mundo cada 22 de marzo, es de origen iraní y celebra la llegada de la primavera. De 1936 a 1988, la URSS prohibió esta conmemoración en Kazajistán, aunque se recuperó ese último año como fiesta pública no religiosa.
El país asiático se engalana este día con sus luminosos trajes nacionales, instala yurtas (casas de nómadas), baila al son de música tradicional y organiza carreras de caballos. Por supuesto, también prepara alimentos típicos. como los que ayer pudieron degustar los asistentes a la celebración en Bilbao. Con un plato de kazy, unas tapas de carne de caballo, en la mano y con el aroma de la sopa nauryz kozhé a su alrededor, Altayeva recalca: "Seguro que el año que viene seremos más de siete estudiantes".
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