España va muy en serio

Superada la eterna resaca del Mundial y repuesta de la amargura que supuso su desembarco en Buenos Aires y Lisboa, España ya no solo defiende su prestigio. En Granada, hoy, ante la República Checa, hay puntos en juego. Resulta inimaginable que una selección que no ha faltado a un gran campeonato desde la Eurocopa de Suecia 1992 pueda quedar desairada justamente ahora que está en el nirvana. Prudente y sensato como es, Vicente del Bosque no quiere sobresaltos. "Una derrota o un empate serían preocupantes porque nos obligarían a jugarnos la clasificación directa en Praga", advirtió ayer el técnico, que enfatizó: "Más que los puntos del martes [ante Lituania] , los importantes son estos frente a los checos".

Para la Eurocopa del próximo año en Ucrania y Polonia se clasificarán de forma directa los campeones de los nueve grupos previos y el mejor segundo. Los otros ocho segundos tendrán que someterse a una eliminatoria de repesca con el engorro y la tiritona que ello supondría para cualquiera y más para la selección defensora del título.

Por la trascendencia de la cita y con Granada a sus pies, como se pudo comprobar a la llegada de los campeones, Del Bosque envidará con la base del equipo que se entronizó en Sudáfrica. El seleccionador quiso "desdramatizar" las bajas de Puyol, Cesc y Pedro "porque España tiene una amplia y estable plantilla". Lo prueba el hecho de que los dos barcelonistas lesionados, titulares en la final mundial de Johanesburgo, probablemente serán relevados por jugadores de la garantía de Arbeloa y Torres. El madridista ocupará el lateral derecho y su compañero Ramos se enquistará como central junto a Piqué, posición que no es extraña para él. En cuanto a Torres, Del Bosque no se mostró preocupado por su sequía en el Chelsea, con el que aún no ha conseguido anotar. Tampoco se le vio inquieto por el hecho de que Villa se haya gripado últimamente: "Los delanteros ya sabemos cómo son. No me preocupa que la pelota les pegue en el poste o salga rozando la red. Es cuestión de rachas". Del Bosque no ha necesitado el diván: "He visto al grupo con buenas sensaciones. Nadie ha estado quejoso por nada".

La República Checa es un clásico del fútbol europeo que intenta cuajar a una nueva generación. Cech, el portero del Chelsea; Rosicky, del Arsenal, y el exosasunista Plasil vertebran al equipo. Es una selección, recalcó Del Bosque, "bien organizada, fuerte en el juego aéreo y que con muy poco puede hacer mucho daño". Los checos iniciaron la fase clasificatoria con una sorprendente derrota en casa ante Lituania (0-1), pero luego remontaron tras vencer a Escocia (1-0) y al débil Liechtenstein (0-2).

La Roja, en Los Cármenes, no solo puede dejar casi sellada su clasificación. Todos convienen en que es un día perfecto para rendir tributo a Xavi, que cumplirá 100 partidos con la selección. Por todo ello, España va muy en serio.