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Crónica:DEPORTIVO 0 - LEVANTE 1 | FÚTBOL | 29ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Levante muestra el abismo al Deportivo

Hubo un momento, a punto de finalizar la primera parte, en el que Antonio Tomás recogió la pelota en su posición de mediocentro, saltó sobre ella, bajó la cabeza y la cedió, resignado, a los centrales. La dejación de funciones enervó a la grada, que entiende que debe jugarse con otro criterio y que los centrocampistas están para tocar el balón, no para escaparse de él. Ese es el Deportivo actual, el que quiso ser pelotero en septiembre y en marzo es un pelotazo, el que lucha por salvarse de la quema escaso de fútbol, el que deambula cada vez que abandona Riazor y hasta el tropiezo de ayer fiaba su futuro a sus prestaciones como local.

Derrotado y superado de principio a fin, el Deportivo fue un equipo roto por las lesiones, su incapacidad y sus limitaciones. Lo aprovechó el Levante, espabilado para sembrar el pánico con la potencia de Caicedo y la habilidad de Jefferson Montero, desafortunado ante Aranzubia, que salvó de nuevo a su equipo en sendos mano a mano, primero ante Caicedo y luego, cuando el fornido punta ecuatoriano se lesionó, ante Stuani.

La baja de Caicedo, que gripó toda su potencia en una carrera, fue un bálsamo para el Deportivo, pero no cambió la deriva del partido. El Levante ganó porque fue más audaz y se defendió sin problemas de un rival que nunca atacó con más de cuatro hombres. El conjunto valenciano encontró los puntos cuando el partido expiraba gracias a un libre directo botado por Rubén Suárez en el que el esférico trazó un extraño que despistó a Aranzubia.

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