Mariano Rajoy frente a su 'ninot'
El líder nacional del PP se exhibe con Camps en Valencia por Fallas, tras un año sin asistir a un acto político en la ciudad, y recibe vivas y abucheos
Había mucha expectación por ver juntos al líder nacional del PP, Mariano Rajoy, con el presidente valenciano, Francisco Camps. Sobre todo después de las dudas de la cúpula popular sobre si ratificarlo como candidato a la presidencia de la Generalitat debido a su comprometida situación judicial -Camps está imputado por recibir supuestamente trajes y otros regalos de la trama Gürtel-. Ese es uno de los motivos por los que Rajoy llevaba un año sin participar en un acto de partido en Valencia. Ayer se fotografiaron juntos durante su visita a la falla ganadora de este año, convento Jerusalén-Matemático Marzal, y después en el balcón del Ayuntamiento, desde donde presenciaron la tradicional y ensordecedora mascletà. Camps buscó una y otra vez la complicidad de un Rajoy distante, que guardó en todo momento la distancia.
El presidente regional buscó la complicidad de su distante compañero
Los socialistas piden a la cúpula que por "decencia" sustituya al valenciano
El presidente valenciano acudió a la cita con Rajoy convaleciente de una dolencia que lo mantiene apartado de sus responsabilidades oficiales desde principios de semana. Según explicó ayer la portavoz del Gobierno valenciano, Camps sufre una hernia discal "con dolor agudo y reducción importante de la movilidad", por lo que anteayer tuvo que someterse a una infiltración en un hospital público valenciano.
Camps abandonó su domicilio escoltado por dos consejeros de su Gobierno para recibir a Rajoy en la estación del AVE. La comitiva popular llegó a la falla a pie y entre tímidos aplausos. Rodeado de decenas de cámaras, periodistas y curiosos, Rajoy iba acompañado de Camps; la alcaldesa, Rita Barberá; la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho; y otros altos cargos populares.
Rajoy tuvo la oportunidad de verse en la falla en forma de ninot. Junto a los muñecos del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y del estadounidense, Barack Obama, el líder del PP aparecía en esta representación enjaulado y catalogado como un "pájaro de mal agüero".
El cartel decía: "Pájaro de mal agüero (Rajoyeris Inutilus). Especimen especializado en señalar cataclismos, desastres, debacles, etc, con un comportamiento peculiar. Culpa a los demás, deja su excremento y desaparece".
Sin embargo, cuando el líder del PP se acercó a la falla el texto satírico había desaparecido. "Lo han robado", fue la explicación del senador del PP y miembro de la falla Pedro Agramunt.
Camps optó por retirarse discretamente de la comitiva y dirigirse en coche al Consistorio, a escasos 500 metros de la falla ganadora. Los demás recorrieron esta distancia a pie. Rajoy escuchó entonces de todo: desde los gritos de apoyo ("¡presidente, presidente!") de unos simpatizantes de Castilla-La Mancha de visita, hasta abucheos y pitidos. Se hizo fotos con niños, falleros y curiosos en general. Incluso se coló en una peluquería y pilló por sorpresa a varias clientas.
También pudo escuchar las críticas y pitidos de la asociación de padres y madres por la custodia compartida, que critican a los populares valencianos por no haber aprobado una ley prometida en el Parlamento valenciano.
Ya en el balcón consistorial, el líder del PP observó el espectáculo pirotécnico junto a Camps, colocado en segunda fila, tras las falleras mayores y la alcaldesa. El presidente valenciano evitó acercarse a la garita reservada a los medios de comunicación, y Rajoy se limitó a comentar la decisión de Naciones Unidas de autorizar una intervención militar contra el régimen libio.
No hubo turno de preguntas, de modo que el caso Gürtel de corrupción volvió a quedarse en el tintero. El líder popular evitó pronunciarse sobre las consecuencias judiciales que podría tener para el presidente valenciano si al final se le abre juicio oral por el asunto de los trajes, por el que el juez le imputa un supuesto delito de cohecho pasivo. Si Camps se sentase en el banquillo por haber recibido supuestamente regalos de la trama corrupta ¿debería dimitir o replantearse su candidatura a la presidencia de la Generalitat? Hasta ahora, Rajoy calificaba de inimaginable este escenario.
Desde la oposición, el líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, emplazó a Rajoy a cambiar a su candidato "si le queda algo de decencia".
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