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Crítica:ARTE | Exposiciones
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Caminos de la autoficción

La visita a la exposición de Loreto Martínez Troncoso (Vigo, 1978) se convierte en un ejercicio de invitación, de presentación en suspenso, con el objetivo de comprender e identificar al público, irremediablemente, como parte activa de su discurso. El mensaje se dirige a una muestra alimentada en el recorrido, donde el espectador debe participar, recomponer y releer fragmentos, en definitiva, expandir la palabra de la artista. Todo narrado en un presente continuo, un aquí y ahora exteriorizado en la primera planta del MARCO a modo de proyecto pensado desde la reflexión expositiva, a modo de estado de la cuestión de lo que significa ser público. De esta forma, su trabajo se encamina siempre a un nosotros próximo del que solicita su atención y complicidad, como viene siendo habitual en su trayectoria, donde los transcursos y las acciones, el tiempo y el proceso, poseen más importancia que los resultados. Los componentes de la palabra, la lengua escrita o hablada, y recursos como la conferencia, la disertación o la cita configuran sus estrategias dirigidas al receptor, su desvío artístico contracorriente, significado desde la reflexión del propio trabajo en una suerte de autoficción que nace de lo real para volver sobre la realidad, para revisar los procesos y lenguajes artísticos. Esa dimensión de no finalizar en un único estado ni alcanzar ninguna etiqueta, evitar objetivos únicos, junto a la deliberada dispersión en proyectos colectivos, convierten a Loreto Martínez en una de las artistas más interesantes del momento actual.

Loreto Martínez Troncoso

Entrar en la obra 1

MARCO. Príncipe, 54. Vigo

Hasta el 27 de marzo

El lenguaje y la construcción de situaciones componen una propuesta expositiva proyectada a modo de espejo, tanto de la forma de trabajar como del modo de pensar y cuestionar. El montaje mínimo de piezas, de resultados en suspenso, potencia esta exposición pendiente del interruptor de cada visitante, el gesto y mirada sobre las obras, dispuestas en diferentes estados: pensamientos escritos sobre la pared ("hay algo que me afecta y necesito reaccionar"), una pequeña biblioteca con títulos de Dostoievski, Kafka o Vila-Matas, piezas sonoras (En la noche, 2010), ediciones, proyecciones de imágenes (Pela estrada fóra, 2011) o instalaciones. Todas remarcan la ejecución acumulada que resume un campo pretérito de experiencias y acciones, de obras que surgen a partir de prácticas muchas veces colectivas, desde talleres a convivencias. Resulta sorprendente cómo algunos de los trabajos, seleccionados desde 2009 hasta la actualidad, poseen una suerte de nueva traducción, ampliando su significado, donde el presente adquiere la categoría de componente fundamental. La temporalidad articula el recorrido, elemento crítico traducido desde la memoria, la identidad, la práctica, como bien resume la instalación ex profeso [Sobre el miedo, esbozo#1] (2011), donde concreta el lenguaje, la voz, el testimonio, la vida.

Con esta exposición, que inaugura el Proyecto Entrar en la Obra, comisariado por Agar Ledo e Iñaki Martínez, se reafirman los giros en la programación del MARCO, la tendencia hacia exposiciones producidas y la búsqueda de relatos que afectan al proceso y construcción del espectador. Objetivos de secuenciar problemáticas que comparten mensajes con la obra de Loreto Martínez Troncoso, inherentemente pegada al público.

Instalación de Loreto Martínez Troncoso en el MARCO, de Vigo.
Instalación de Loreto Martínez Troncoso en el MARCO, de Vigo.

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