La caja necesita 1.527 millones

Incógnita número uno resuelta: la caja gallega debe conseguir, en el mejor de los casos, 1.527 millones de euros para alcanzar un nivel de capital suficiente según las normas impuestas por el Gobierno central. Si quisiese seguir siendo una caja, algo a todas luces imposible, tendría que captar 2.622 millones. Esa última cifra es la que puso sobre la mesa el Banco de España tras su análisis del sistema, dado que Novacaixagalicia (NCG) todavía no ha constituido un banco y, en consecuencia, parte con la necesidad de elevar su capital principal hasta el 10%. Tras Bankia, el banco de Caja Madrid y sus socios, se trata de la cifra más elevada del sistema financiero.

La incógnita número dos, sobre cómo va a conseguir semejante volumen de recursos antes del mes de septiembre, no tendrá una respuesta, al menos en forma de un proyecto por escrito, hasta el día 29. La peor de las soluciones, como la propia caja reconocía en febrero, está más cerca, y consiste en una nueva inyección del fondo de rescate, lo que significaría que el Banco de España sentaría a sus propios consejeros en el máximo órgano de administración para controlar el plan de reestructuración de la caja. La ministra Elena Salgado ya ha avanzado que esos consejeros "no intervendrán en la gestión diaria". En este caso, la entidad negociaría un plan de recompra de las acciones que adquiera el Estado en el plazo de dos años. Aunque eso es solo una parte de la solución, que deberá completarse con la entrada de accionistas, tanto grandes como pequeños inversores. Todo para conseguir el equivalente a multiplicar por 6,5 el beneficio agregado que Caixa Galicia y Caixanova obtuvieron en 2009.

NCG presentará el 29 de marzo al Banco de España su proyecto de futuro

Un equipo de directivos viajará al extranjero para conseguir fondos

Entre el resto de entidades gallegas el análisis del regulador no arrojó sorpresas. Aprobaron el Banco Pastor, el Banco Echeverría y la Caixa Rural Galega. El Banco Gallego no aparecía en la lista dada a conocer por el Banco de España porque sus cuentas consolidan con las del grupo Novacaixagalicia. El coeficiente de solvencia que declaró en 2009 se situaba por encima del 8%.

El fracaso de la negociación que el PP emprendió con el Gobierno para apoyar el Real Decreto se lleva por delante los deseos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que exigió más recursos en forma de préstamos para NCG, los mismos que va a obtener CatalunyaCaixa tras haber suspendido las pruebas de estrés el verano pasado.

Ayer, el mismo día que Feijóo ofreció un pacto a la oposición en Galicia para remar en la misma dirección, la conselleira de Facenda se encargó de buscar culpables en el Gobierno bipartito. Marta Fernández Currás subrayó en el Parlamento que la caja destinó tras la integración 3.008 millones de euros a provisiones, "lo que penalizó sus reservas y, por tanto su capital principal". Y no tuvo reparos en asegurar que "faltó decisión", por parte del Gobierno presidido por Emilio Pérez Touriño cuando observó que "una de las cajas gallegas tenía un crecimiento superior al 46% en un sólo ejercicio". "Nada se hizo y ahora estamos en la situación que estamos", reflexionó. Los socialistas le contestaron que la Xunta "perdió el tiempo politizando la situación", con una estrategia equivocada.

La valoración de la caja llegó en forma de comunicado de prensa y con un lamento velado. Sin el saneamiento realizado en la fusión, NCG "solo precisaría de 595 millones de euros de inversores externos". Un equipo de seis directivos está manteniendo "intensos contactos con inversores gallegos, españoles e internacionales", para conseguir fondos. Viajarán al extranjero para conseguir socios mientras buscan comprador para 300 oficinas. Poco a poco irán anunciando ventas en su cartera industrial "siempre que se consigan plusvalías".