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Los pasajeros que no aterrizan en Castellón cuestan ya 112.000 euros

La Diputación paga el traslado de 10.000 austríacos desde el aeropuerto de Reus

María Fabra

Los viajeros que todavía no llegan al aeropuerto de Castellón, debido al retraso en su apertura, ya empiezan a costar dinero al erario público. La Diputación de Castellón, a través del Patronato de Turismo, desembolsará 92.000 euros para pagar el traslado de turistas austriacos que han de aterrizar en el aeropuerto de Reus (Tarragona) y desplazarse hasta Peñíscola. El patronato municipal de esta localidad aportará, además, otros 10.000 euros para hacer frente al desplazamiento, ya que los turistas no podrán aterrizar en Castellón como estaba previsto. Así, los 112.000 euros que saldrán de las arcas públicas permitirán que a los jubilados austriacos se les mantenga el precio, que en un inicio se pactó con llegada a Castellón, y la empresa organizadora no perderá rentabilidad con este viaje.

El acuerdo con el operador preveía que los aviones llegaran a La Plana
El cálculo oficial sitúa el impacto de los turistas en ocho millones de euros

Peñíscola inició, hace cerca de dos años, la negociación con un operador turístico que organiza los viajes de los jubilados austriacos. El contingente asciende a cerca de 24.000 personas que, entre abril y mayo, eligen entre dos destinos turísticos europeos. Dado el volumen de viajeros, los distintos destinos pujan por ser escogidos por el operador, que varía sus ofertas cada dos años, ya que los turistas llegan en remesas de entre 10.000 y 12.000 personas.

Las condiciones que fija la organización exigen, entre otras cosas, que los hoteles en los que vayan a alojarse sus turistas sean de cuatro estrellas y que el destino permita la realización de excursiones a puntos de interés. En el caso de Castellón serán municipios como Morella o La Vall d'Uixó.

El Ayuntamiento de Peñíscola, tras muchas negociaciones, consiguió que se le incluyera como destino, junto a una ciudad de la costa italiana. Pero al inicio del proceso, la oferta de Castellón incluía el traslado, en avión, hasta la propia provincia, algo que ahora es imposible de cumplir. Según fuentes municipales, hace unos meses ya se advirtió a la empresa de que el aeropuerto no estaría operativo para la fecha del viaje, el próximo mes de abril. Sin embargo, tras la organización de todo el operativo, ni Peñíscola quería renunciar, ni el Patronato Provincial de Turismo podía ver cómo se esfumaba la llegada de alrededor de 12.000 turistas en temporada media-baja. Así, se decidió que las arcas públicas se hicieran cargo del aumento del coste que supone el desplazamiento desde el aeropuerto de Reus hasta el municipio de Peñíscola, sin que los turistas lo notaran en su bolsillo y sin que hubiera una pérdida de rentabilidad para la empresa organizadora.

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Fuentes de la Diputación de Castellón esgrimen la repercusión económica calculada para justificar el desembolso del traslado. Según las mismas, los entre 10.000 y 12.000 austríacos que empezarán a llegar la primera semana de abril a Peñíscola dejarán ocho millones de euros en la provincia, aunque la cuenta que realizan es para dos años, pese a que aún no está confirmado que en 2012 este municipio castellonense se mantenga como destino para estos jubilados austríacos.

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