El Carnaval toma las calles de Madrid
20 asociaciones de vecinos y grupos profesionales forman el desfile oficial
María es una musa, lleva toga blanca y una corona de laureles. Está bailando. Está esperando que empiece el desfile del Carnaval. El Parque del Retiro es todo música. Y María no para de moverse. ¿Qué es carnaval para ella? ¡Eso! Y señala a su compañero, que también está disfrazado de musa, bailando y riendo. Pero él es una musa roquera, que además de toga, lleva adornos de piel y el pelo loco. El efecto, con las piernas peludas al aire libre, es un poco distinto a la elegancia de María.
El Carnaval en Madrid empezó el pasado viernes, y ayer se celebró el gran desfile. Miles de personas rellenan los espacios detrás de las barreras a lo largo de la ruta que empieza en el paseo del Duque Fernán Núñez en su salida del parque del Retiro y baja las calles de O'Donnell y Alcalá hasta Cibeles. Allí gira a la derecha y sube el paseo de Recoletos hasta la plaza de Colón.
Las dos musas pertenecen a la Asociación Cultural Gruñidos Salvajes, con sede en el centro de Madrid. Esta organización es una de las asociaciones vecinales que había pedido al Ayuntamiento participar en el desfile. Todo tipo de grupo puede formar parte del gran acto. Solo hay que solicitarlo con tiempo, y "tener ganas de divertirse", dice un participante.
A las siete de la tarde la primera asociación, Madridpatina, sale. Son unas 50 personas de entre 5 y 50 años disfrazados del tema del Carnaval de 2011: las fiestas de los locos medievales. Monjes, caballeros errantes y reyes circulan encima de patines. Entre risas y gritos empiezan a bajar la calle de Alcalá. El problema más grave es cómo combinar los yelmos y las coronas con los cascos de patinaje. ¿Cómo han conseguido ser los primeros en salir? Laura, una doncella con traje de azul brillante confiesa que no lo sabe, pero tiene una teoría: "Para que no caigamos con los caramelos tirados", sonríe.Este año hay 10 asociaciones vecinales. La Nueva Elipa desfila en un camión. Encima y a su alrededor bailan cartas. Cartas de forma humana. Detrás de ellos vienen los Chutas Choleros Elegantes. Su bandera proclama "La Paz, Bolivia" y todos tienen una conexión con la ciudad, aunque ahora viven en Madrid. La chuta es un baile típico del altiplano, y los chutas bajan Alcalá mientras bailan en trajes de naranja brillante, con los bombines típicos puestos sobre sus cabezas.
La otra mitad de los participantes en el desfile son profesionales, compañías de teatro que el Ayuntamiento contrata para añadir color y espectáculo. Muchos van con medios de transporte estrambóticos. La rodafonio es una enorme rueda de metal, construida por César Álvarez, del grupo de teatro catalán Compañía Factoría Circular. Cinco hombres se sientan dentro de la estructura de hierro forzado, que mide más de cinco metros de altura. Mientras los dos en las alas de la máquina pedalean, los otros tres crean música. Tocan saxofón, batería y guitarra y dan giros mientras la gran rueda avanza.
Los ojos de una pequeña, disfrazada de india, se ponen como platos a ver el rodafonio pasar. Su padre comenta que es "originalísimo". La india, Helena, "con H", preguntada por su veredicto sobre tal cosa, opina tímidamente que "nada", pero su sonrisa lo dice todo. Está encantada.
Y si el rodafonio no fue suficiente, también desfila el rey del Carnaval, don Carnal, en su carro de forma de dragón, que tiren cuatro caballos blancos imponentes. Hay otro caballo, este de metal, y de tres plantas de altura, que avanza entre fuego, humo y música. Y después pasan unos dinosaurios robóticos, con ojos azules de láser, que andan, por supuesto, con zancos.
No solo los participantes en el desfile están disfrazados. Entre los muchos miles de personas que han venido a verlo hay gatos, una hada rubísima, monjes y monjas, princesas, muchas piratas y un Buzz Lightyear. Se ilumina la cara de los pequeños con las imágenes fantásticas que ven.
Media hora después de salir del parque del Retiro la musa María llega a la plaza de Colón donde termina el desfile. Aún esta bailando. Se va, al son del Carnaval y no parece que va a parar en toda la noche.
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