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El Cabril está ya al 63% de su capacidad

La planta de almacenaje de residuos radiactivos estrena sala de control

La planta de almacenaje de residuos de media y baja intensidad radiológica de El Cabril (Córdoba), gestionada por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), supera ya la mitad de su capacidad. El centro, abierto en 1992 en la sierra de Hornachuelos, acoge basura irradiada procedente de hospitales, industrias, centros de investigación y de las seis centrales nucleares españolas. El Cabril tiene capacidad para depositar los residuos de media y baja intensidad de todas las centrales nucleares españolas y sus ocho reactores.

En 2010, la planta recibió 1.721,25 metros cúbicos de residuos de estos lugares. De ellos, 746,59 fueron de residuos de baja y media actividad y 974,66 de muy baja actividad, detalló ayer Enresa. Con estas cantidades la capacidad de El Cabril se encuentra al 63,68% para residuos radiactivos de baja y media actividad; y al 5,42% para almacenar residuos de muy baja actividad.

Los residuos llegan a El Cabril por envíos periódicos. El año pasado se realizaron 218 expediciones, que llevaron al centro 1.653,78 metros cúbicos de residuos radiactivos procedentes de instalaciones nucleares y 67,47 metros cúbicos de instalaciones radiactivas.

Actualmente el almacenamiento de residuos de baja y media actividad se realiza en la plataforma sur de El Cabril. En total, de las 28 estructuras disponibles en esta sección de la planta, hay 17 llenas con 27.302 metros cúbicos de estos materiales radiactivos.

En cuanto a los residuos de muy baja actividad, se han almacenado en una nueva estructura específica. Actualmente, este depósito alberga 2.088 metros cúbicos de materiales, por lo que está al 5,42% de su capacidad. Además de esta primera estructura, hay otras tres más proyectadas para gestionar residuos de muy baja actividad que se irán construyendo a medida que sean necesarias.

En octubre de 2010 empezó a funcionar una nueva sala de control de El Cabril que ya se encuentra totalmente operativa. La sala cuenta con ocho puestos de control remoto y desde cada uno de ellos se puede acceder a todos los sistemas remotos de tratamiento y acondicionamiento de residuos. "Esta circunstancia mejora la efectividad de la sala, además de su seguridad, ya que todos los puestos ejercen de supervisor de los demás", afirma Enresa. Una gran pantalla preside la nueva sala y proporciona un mejor seguimiento de todos los sistemas de control del centro, además de permitir un visionado simultáneo a gran tamaño de distintas áreas.

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En cuanto a la seguridad de las instalaciones, El Cabril recibió el año pasado 11 inspecciones del Consejo de Seguridad Nuclear, además de una auditoría externa de Aenor y otra auditoría realizada de forma conjunta por Euratom y el Organismo Internacional de la Energía Atómica. Además, la supervisión y el control del centro se controlaron con otras ocho auditorías externas y 426 inspecciones de garantía de calidad. Dentro del programa de vigilancia radiológica ambiental, en 2010 se tomaron 828 muestras de aire, agua, sedimentos, radiación directa, suelo, vegetación, pesca caza y alimentos. Estas muestras fueron enviadas a analizar a laboratorios independientes y sus resultados enviados al Consejo de Seguridad Nuclear. "Todos estos análisis constatan el nulo impacto de la instalación en el entorno", señala Enresa.

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