Las cámaras de comercio necesitan 14 millones anuales para sobrevivir

La eliminación de la obligación de las empresas de pagar una cuota a las cámaras de comercio, tras la aprobación de la Ley de Economía Sostenible, ha impuesto a estos entes la necesidad de buscar una financiación alternativa que garantice su pervivencia. Según indicó ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Castellón, Salvador Martí Huguet, las cinco cámaras valencianas precisan de entre 13 y 14 millones anuales para asegurar su continuidad.

Y esta será la cantidad que reclamarán a la Administración autonómica como aportación y concreción del apoyo que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ya ha manifestado. Tanto Martí Huguet como el secretario de la institución cameral, Vicente Casañ, señalaron que Camps ha mostrado, hasta en tres ocasiones, el respaldo de la Administración autonómica. Sin embargo, ambos coincidieron en que el apoyo "debe materializarse con convenios marco, al igual que ya ha sucedido en Cataluña".

La fórmula para concretar la financiación se basa, fundamentalmente, en la cesión de competencias de las Administraciones autonómica, provincial y local. El Consejo Valenciano de Cámaras será el encargado de negociar con el Consell el traslado de competencias autonómicas pero luego será cada cámara la que tenga que negociar con las otras Administraciones la prestación de servicios públicos. "Estamos dispuestos a luchar a muerte para que las cámaras de comercio tengan futuro y no queremos que nos den nada, simplemente solicitamos competencias de las diversas Administraciones para estar autorizados a gestionar impuestos o servicios", señaló Martí Huguet. Así, puso como ejemplo Francia, donde las cámaras de comercio gestionan puertos y aeropuertos, o Italia, donde prestan los servicios relacionados con el registro de empresa.

En cualquier caso, y pese al ya registrado descenso de los ingresos por las cuotas empresariales, la Cámara de Castellón pretende seguir peleando por mantener esas aportaciones empresariales, sobre todo, entre los pequeños y medianos empresarios. "Que piensen que si la cámara desapareciera, cosa que no ocurrirá, no habrá nadie que les defienda", señaló Martí Huguet. "Deben tenerlo en cuenta antes de darse de baja", añadió. Aún así, tanto el presidente como el secretario de la institución cameral castellonense quisieron dejar claro que las empresas no han de darse de baja, tal como han intentado 600 de las 45.000 empresas registradas en la provincia, sino que, en aplicación de la ley, lo que tendrán que hacer es darse de alta para seguir contribuyendo con sus cuotas, voluntarias, a la oferta de servicios que prestan.

Además, los responsables de la Cámara de Comercio de Castellón aportaron los datos de las cuotas que paga el 75% de las empresas castellonenses y que asciende a "menos de 20 euros anuales, mientras que 15.000 no pagan nada", tal como indicó Martí Huguet, quien se lamentó de que "hemos vendido mal las instituciones camerales".