El Consell rebaja la ley del valenciano mientras los expertos piden ampliarla
Escola Valenciana exige un modelo con un mínimo del 50% en lengua propia
Mientras los expertos abogan por la evolución de la Llei d' Ús i Ensenyament del Valencià con la implantación de programas plurilingües que retrasen a los siete años la enseñanza en castellano, dado que es la lengua dominante, el Gobierno valenciano busca la manera de minar el espíritu de la normativa y limitar el aprendizaje de esta lengua.
Un verdadero y eficaz modelo de enseñanza plurilingüe debería marcar un mínimo del 50% de las clases en valenciano, desde la escuela infantil, tal como indica el documento Un model d'educació plurilingüe i intercultural per al sistema educatiu valencià, elaborado por el especialista en educación plurilingüe Vicent Pascual, de la Unidad Multilingüe de la Universidad de Alicante, que ayer fue presentado por Escola Valenciana en Valencia.
Los Ayuntamientos no tienen libro de reclamaciones para quejas lingüísticas
En la Generalitat, sólo el 1,2% de funcionarios dice saber valenciano
Sin embargo, Educación pretende rebajar a una asignatura la enseñanza en valenciano para los Programas de Incorporación Progresiva (PIP), lo que podría suponer limitarlo a una hora semanal.
Los cambios en la Llei d'Ús que promueve el Gobierno de Francisco Camps, sin pasarlos por las Cortes, devalúan la normativa mientras que los docentes y expertos instan a potenciarla, con "una educación plurilingüe de calidad para todo el alumnado valenciano, sin distinciones, independientemente de la procedencia lingüística, cultural y socioeconómica de los alumnos".
El documento presentado ayer, "riguroso, serio y científico", tal como lo calificó el director de la propia Unidad Universitaria, Vicente Brotons, señala que, en los casos de programas de enseñanza en valenciano y de inmersión, esta lengua debería ocupar el 75% de las clases de Infantil, mientras que el inglés debería ser la lengua en la que se impartiera el tiempo restante, dejando así el castellano para el momento en el que se comienza con la lectoescritura, a los siete años. Para los programas de inmersión, el documento insta a que la enseñanza en Infantil se imparta, al menos, en un 50% en valenciano mientras que, a los siete años, el aprendizaje en inglés ocupe un 33% de las horas lectivas.El 23 de noviembre de 1983 la Generalitat Valenciana adquirió el "compromiso irrenunciable" de la defensa del patrimonio cultural valenciano y, en especial, de la recuperación de la enseñanza y el uso de la lengua propia, con la aprobación en las Cortes, sin ningún voto en contra, de la Llei d'Ús i Ensenyament (LUEV). Desde entonces, transcurridas casi tres décadas de la aprobación de la ley, el valenciano se ha estancado en el sistema educativo. Pese a ello, desde que se aprobó el marco estatutario y su posterior reforma de 2006, la LUEV ha sido la ley de "mayor vigencia", según recordó Ciprià Ciscar, el consejero socialista que la puso en marcha, en la celebración del 25º aniversario.
Sin embargo, la reforma aprobada el lunes pasado por la comisión permanente del Consejo Escolar Valenciano (CEV), que limita la extensión del aprendizaje del valenciano a una sola materia (además de la de lengua y literatura) en los Programas de Incorporación Progresiva (PIP), deja a los pies de los caballos la ley que diseñó los tres tipos de programas establecidos para que todos los alumnos matriculados en el sistema educativo valenciano supieran hablar y escribir castellano y valenciano a los 16 años.
La idea apunta al lado contrario que el documento presentado ayer por Escola Valencia ante miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, el Consell Valencia de Cultura, de las cinco universidades públicas, sindicatos y partidos, entre otros. "Es un documento de consenso e invitamos a la administración (al PP) a encajar sus objetivos con este documento", explicó el presidente de Escola valenciana, Vicent Moreno. Por ello, confían en reunirse la próxima semana con representantes de la Consejería de Educación.
Confrontados a los planes de Educación también se sitúan los resultados de una encuesta encargada por la Generalitat, y desvelada por Europa Press, que indican que casi el 60% de los ciudadanos de la Comunidad Valenciana, el 57,8%, prefiere que la enseñanza se lleve a cabo en las dos lenguas cooficiales, castellano y valenciano, en igual proporción. Sin embargo, mientras que solo un 34% se decanta por el predominio del castellano, el 7,8% apuesta por la mayor o única presencia de la lengua vernácula.
El cambio que promueve la consejería no ha pasado por las Cortes. Y no es la primera vez, ya que ha habido otros cambios, durante la última legislatura de Francisco Camps, introducidos por la puerta de atrás, como el artículo del decreto de nombramiento de directores (que abre la posibilidad a la eliminación del valenciano en las zonas tipificadas como castellanohablantes si los padres así lo deciden), devalúan la Llei d'Ús a límites que los directores de Secundaria han considerado imposibles.
"Estamos delante de una revisión en profundidad del modelo lingüístico diseñado por la LUEV que tan buenos frutos ha dado", censuraron los directores de la permanente de Secundaria, el mismo día de la aprobación de los cambios de los programas PIP por parte de un Consejo Escolar donde la Administración se ha hecho, por decreto, con el control mayoritario y férreo.
Los directores consideran que, "a pesar de las dificultades y deficiencias" en el recorrido de la enseñanza en valenciano durante las últimas legislaturas -como, por ejemplo, la negativa del consejero Alejandro Font de Mora a la catalogación lingüística de los puestos docentes de Secundaria- el modelo valenciano ha conseguido caminar lentamente hacia la normalización lingüística. El sindicato mayoritario de la enseñanza no universitaria STEPV también ha condenado esta política que, considera, "desatiende las recomendaciones europeas en el tratamiento integrado de las lenguas". Según el último balance hecho público por el sindicato, "sólo un 29% del alumnado matriculado en los casi 2.000 centros educativos valencianos estudia en programas bilingües. El resto, 542.736, lo hace en precisamente en los programas PIP que Font de Mora acaba de modificar. Y, lo que es peor, de los 158.830 alumnos que este curso estudian en Primaria en líneas en valenciano, al pasar a Secundaria sólo pueden hacerlo 63.406, por falta de autorización de grupos en los institutos, como han denunciado las asociaciones de padres y Escola Valenciana en los últimos cursos.
Pero, la discriminación del uso del valenciano se extiende a todas las Administraciones públicas, pese a que la LUEV establece en su artículo 3 que "ningún ciudadano podrá ser discriminado por razón de su lengua". Además, de certificar en su artículo 1 que "los dos idiomas cooficiales de la comunidad autónoma son el valenciano y el castellano" y que la Generalitat deberá "garantizar el uso normal y oficial de las dos lenguas".
Lejos de esa normalización, se ha convertido en habitual que el Síndic de Gregues tenga que recordar a las Administraciones la obligación legal de respetar en la relación con los administrados el uso de la lengua elegida por ellos, en este caso valenciano y no castellano. Y en el apartado de lo concreto, las quejas refieren a menudo la ausencia del valenciano en las webs, en folletos informativos, en nuevas rotulaciones o en la atención al público.
Por ejemplo, un ciudadano trasladó en 2010 al Síndic una queja en la que explicaba que visitó la Casa de la Senyoria d'Olocau donde la funcionaria de atención al público "se negó a atenderla en valenciano" y aseguró que no existía el libro de reclamaciones solicitado. El Síndic recordó al Ayuntamiento su "obligación de garantizar que, en los servicios públicos directamente dependientes de la Administración pública, tengan el suficiente conocimiento de valenciano para atender con normalidad el servicio que tiene encomendado, de manera que no se produzca ninguna discriminación ni exigencia de traducción".
Otra queja surgió de una comunicación en Hogueras. "La Regidoria de Transportes del Ayuntamiento de Alicante elaboró para las pasadas fiestas de Fogueres de Sant Joan en la ciudad la guía: "En Hogueras deja el coche en casa. Utiliza el transporte público", en la que informaba de los cortes de tráfico y de las alternativas de transporte. El folleto fue redactado solo en castellano. El Ayuntamiento se defendió explicando que "dicha documentación fue publicada con muy poca antelación de planificación" y con un presupuesto "insuficiente" para dar la información en bilingüe, pero se comprometió a que "en las próximas fiestas se presente la información en castellano y valenciano".
Y un ejemplo más de recomendación surgió durante el centenario de Miguel Hernández, ya que los contenidos de la web creada con tal motivo no podían "ser visitados también en valenciano", lamentó un ciudadano. El Ayuntamiento de Elche explicó que su intención era difundir los contenidos del centenario especialmente en lugares como Madrid o Jaén, pero aseguró que a partir de ese momento intentaría "combinar ambas lenguas".
Esto es posible, entre otras razones, por la falta de la exigencia del valenciano para acceder a la función pública. El PP y Camps se han negado en las Cortes a aprobar una propuesta en ese sentido, que también contemplaba la LUEV. Así las cosas, solamente el 1,2% del personal de las consejerías y de las agencias públicas valencianas cumple con la doble capacitación lingüística, según un informe del STEPV.
2.000 quejas ante el Síndic de Greuges
La Sindicatura de Greuges ha visto cómo el año pasado se disparaba la cifra de quejas ciudadanas presentadas en materia lingüística. En concreto, y según un avance del cierre de datos y que por tanto aún puede sufrir alguna modificación, la Sindicatura recibió casi 2.000 quejas relacionadas con el uso del valenciano por parte de las instituciones públicas, frente a no llega a un centenar registradas apenas un año antes.
La Sindicatura explica que prácticamente el 90% de estas quejas se concretaron vía Internet, y atribuye este fuerte repunte a las facilidades dadas a partir de 2010 para la presentación de las mismas a raíz del cambio de portal electrónico.
El repunte, en cualquier caso, ha convertido las quejas ciudadanas en materia lingüística en una de las más numerosas de las que recibió el año pasado la institución. En concreto, y según los datos provisionales, a lo largo de 2010 éstas representaron algo más del 21% de todas las quejas presentadas en distintas materias (9.504). Un año antes, las quejas por el uso del valenciano supusieron apenas el 2% (74) de las 3.647 que recibió.
La atención sociosanitaria, los servicios de las entidades locales, el urbanismo y la vivienda, la sanidad y el medio ambiente fueron las principales quejas formuladas en 2009.
De la apuesta por el valenciano a los cambios de la ley por la puerta de atrás
- 12 de abril de 2003. El presidente Francisco Camps promete: "No daré un paso atrás" en el uso del valenciano.
- 20 de noviembre de 2003. La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) alerta de que "la salud del valenciano es precaria" y pide mayor impulso en el 20º aniversario de la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV).
- 25 de octubre de 2005. La Acadèmia urge a firmar un "nuevo pacto cívico" ante el retroceso del valenciano. - 18 de septiembre de 2007. A los 25 años de la LUEV, Escola Valenciana vuelve a pedir que se cataloguen las plazas docentes de Secundaria, para evitar la pérdida de miles de alumnos.
- 5 de marzo de 2008. Escola Valenciana lleva al Consell ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) por las quejas de las familias que consideran vulnerado el derecho a que sus hijos estudien en valenciano.
- 15 de marzo de 2009. El Consell de Camps veta un acto de Escola Valenciana en la Biblioteca Sant Miquel dels Reis, horas antes de comenzar.
- Julio de 2009. Una sentencia del TSJ califica de "temeraria" la actitud de la Generalitat ante los incumplimientos de una treintena de sentencias que reconocen la validez del título de Filología Catalana.
- 21 de junio de 2010. Un borrador de Educación dificulta el valenciano en los centros castellanohablantes. El cambio se acaba de aprobar, dentro de una orden que regula la elección de directores.
- 29 de junio de 2010. El PP vota en contra de exigir el requisito lingüístico en la Función Pública.
- 17 de febrero de 2011. Nuevo varapalo de la AVL al Consell por no garantizar las clases en valenciano.
- 21 de febrero de 2011. El Consejo Escolar aprueba el decreto de la Consejería de Educación que recorta los programas de valenciano
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