El parto de la tía Rechonchona
Los carnavales muestran en la provincia de Cáceres una amplia gama de personajes, algunos de 300 años
Bodas ficticias, singulares personajes, viejas tradiciones recuperadas, subversión, ambigüedad, desfiles, música, crítica, enfrentamientos incruentos, disfraces y máscaras. El carnaval se extiende por toda la provincia de Cáceres. Elegimos cinco de sus representaciones emblemáticas.
01 Boda de los bujacos
La singularidad son los bujacos, pero lo que gusta en Casar de Cáceres es el desfile del sábado, 5 de marzo, en el que todo el mundo (en 2010, 47 comparsas y unas 1.500 personas disfrazadas, en un pueblo que no llega a 5.000 habitantes) se echa a la calle. Sin embargo, en la recuperación del carnaval, llegada la democracia, esta singular pareja, hecha con bálago y con traje de boda (pues de su casamiento se trata), concitaba el mayor interés. Su ceremonial sigue impregnando la fiesta. El viernes por la noche se celebra con ponche y dulces típicos la pedida de mano, a la que acuden los complacidos familiares, que se emplazan para el domingo, cuando tiene lugar la boda. Predomina la gente joven en la casa de cultura, punto de partida del cortejo nupcial, aunque son las mujeres mayores las que ponen la nota picante y transgresora en la comitiva que, con el bujaco y la bujaca a hombros y a los sones de una charanga, atraviesa el pueblo hasta el hogar del pensionista. Allí aguarda el cura que oficiará la boda. La media de edad de los invitados es alta, pero sus muchos años corren parejos a sus tremendas ganas de divertirse, bailar y dar buena cuenta del chocolate, los churros y los dulces.
De bodas ficticias, extendidas por otros muchos carnavales en España y de otras mascaradas, habla Julio Caro Baroja en su definitivo libro El carnaval.
02 'Entruéjuh jurdánuh'
Sacados de sus cenizas en los años noventa por la corrobra (agrupación folclórica y etnográfica) Estampas Jurdanas, los entruéjuh jurdánuh han ido adquiriendo carta de naturaleza y, lo que es más importante, arraigo, participación y espontaneidad, origen de su fuerza. "Formada por gente de a pie (tamborileros, ramajéruh, carantoñéruh...)", dice Félix Barroso, su director, "hicimos una síntesis de las estampas que nos parecían más vistosas y arcaicas de este singular carnaval rural".
Tutelada por la Mancomunidad de Las Hurdes, la corte carnavalera se desplaza cada año a un lugar diferente. El sábado 5 de marzo desplegarán toda su potencia en Casarrubia, una alquería de menos de cincuenta habitantes, perteneciente al municipio de Casares de las Hurdes. Corróbrah de antruéjuh, tamborileros y carantoñas ("el que no se encarantoña no come de la olla"), aguardiente, perrunillas, matajambres y ponchi jurdanu envuelven la tauromaquia de la vaca pinta, la ará de la boa, el baile de la osa, el parto de la tía Rechonchona, la entronización del nuevo rey del Antrueju, la bendición del obispu jurdanu y el apaleamiento y quema del morcillu.
03 'Jurramachos'
Hay jurramachos, sí, pero cada vez menos. "Y es una pena", dicen las personas mayores de Montánchez. Además, como buenos personajes de carnaval auténtico, estas máscaras amorfas, cuyo objetivo es confundir al personal y que nadie conozca su identidad, van a su aire y se echan a la calle cuando les viene en gana. Tienen su hora, a las 20.00, de sábado a lunes; también desarrollan toda su capacidad de juego, provocación y ambigüedad en los bailes de matiné (hacia las tres de la tarde) y nocturnos (a partir de las diez de la noche) que se celebran de sábado a martes. Un documento de 1836 (siempre la reconvención flotando en el ambiente) refleja las "asonadas y bullicios que perturbaban la tranquilidad pública" de un carnaval que se despliega el domingo en desfile de carrozas y charangas. El sábado de piñata, 12 de marzo, hay carrera de cintas a caballo.
04 Carnaval del Campo Arañuelo
El esfuerzo, la imaginación, el humor y el arraigo se dejan sentir durante el carnaval, muy especialmente en el espectacular desfile de carrozas, murgas y comparsas tanto del domingo 6 de marzo como del martes 8. Oculto durante el franquismo bajo el nombre de Fiestas de Invierno o Fiestas de Primavera, esa continuidad está presente en la masiva participación de los moralos, que, agrupados en peñas, trabajan para la fiesta durante todo el año. De ahí la espectacularidad y originalidad de sus trajes, muchos de creación propia, y las elaboradas coreografías que van desarrollando a lo largo de los desfiles. Las murgas ponen el contrapunto ácido, irónico y crítico en este carnaval del Campo Arañuelo, nombre de la comarca que encabeza Navalmoral de la Mata y del que existen referencias históricas desde hace trescientos años. En esos días se pueden ver también mantones, toquillas, refajos, pendientes, gargantillas, siguemepollo, collares y temblaeras, antigua personalidad femenina de la fiesta. El Miércoles de Ceniza, 9 de marzo, el entierro de la sardina culmina a las 18.00 en la plaza de Las Minas, donde se quema la representación, degustándose las reales, acompañadas del vino de la tierra.
05 Pero Palo
Pero Palo es uno de los personajes más conocidos de todos los carnavales españoles. No existe certeza acerca de su verdadera personalidad: se habla de ajusticiamiento de un famoso bandido, auto de fe para castigo de judíos, representación del mismo diablo... En todo caso, este enorme muñeco hecho de paja, vestido sobria y elegantemente, de hierático rostro tocado de negro sombrero, preside, a hombros en las vueltas peropaleras o colocado en la aguja de la plaza, los actos del carnaval en Villanueva de la Vera. Ritual, transgresión, delicadeza y fuerza a veces descontrolada (como en el ofertorio de los calabaceros) se unen al riquísimo folclor verato, que suena por todas partes entre trajes tradicionales, balcones y aleros de madera, suelo empedrado y flores invernales. El día grande es el martes de carnaval, con elegantes capitán y capitana (los mayordomos de otras fiestas), coplas peropaleras, baile de la bandera y manteo y muerte a escopetazo limpio del Pero Palo, del que previamente se han salvado ropas y cabeza. Para otro año.
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