Por aquí no pasó la guerra
TVE prepara la comedia 'Plaza de España', una visión berlanguiana y surrealista de la contienda civil
San Fermín, un idílico pueblo de 300 habitantes, en la provincia de Segovia, junto a la sierra de Guadarrama. Sus vecinos, recios y nobles, trabajan de sol a sol en estas tierras desde tiempos inmemoriales. Y desde tiempos inmemoriales rinden cuentas al marqués. Hasta que muere, sin descendencia y en plena Guerra Civil. Este es el punto de partida de Plaza de España, la nueva comedia de situación de TVE, que sigue la tradición del humor clásico al más puro estilo berlanguiano. La producción, firmada por la compañía de Flipy, Hill Valley (Muchachada Nui, Museo Coconut, Involución), empezará a rodarse el 1 de marzo.
Gorka Ochoa (Doctor Mateo, Pagafantas) encabeza el reparto junto a Mariam Hernández y Alfonso Lara, actores con los que coincidió en Cuestión de sexo (Cuatro). Javivi (Ana y los 7), Goizalde Núñez (Los Serrano), Enrique Villén (Pelotas) y el veterano Miguel Rellán (El comisario, Compañeros, El bosque animado) forman también parte del elenco. La ficción semanal, de 25 minutos, está dirigida por María Cereceda (El grupo, Museo Coconut) y Rafa Parbus (Campamento Flipy).
Inspirada en el relato Plaza de España, de David Troncoso y Abraham Sastre, y adaptada y escrita por Pepón Montero y Juan Maidagán, la comedia está ambientada en la Guerra Civil, pero con una mirada sobre la contienda absurda y surrealista, donde los personajes viven en la inconsciencia más absoluta.
Plaza de España comienza el 18 de julio de 1936. El alzamiento se celebró a lo grande en el pueblo. Y no porque apoyaran el golpe militar, que a ellos ni les iba ni les venía, sino por la muerte del marqués. Como el finado no tenía familia, sus sirvientes decidieron por unanimidad heredar sus bienes y propiedades. Desde entonces viven como marqueses: se levantan tarde, desayunan tarde, cenan tarde, se acuestan tarde... Y como el país está como está, que no hay una autoridad clara, y menos allí, en medio de la sierra, la gente piensa: "Oye, lo que dure...". Hasta que un día llega el Ejército Nacional al pueblo. Por supuesto, sin avisar, y tienen que mantener una gran mentira.
Y entre los disparatados personajes que se pasean por la serie se encuentran un secretario que se hace pasar por marqués, un joven teniente del Ejército nacional que se pasará toda la contienda viviendo con su abuela, y un coronel que quiere dar paso a los jóvenes (Franco y compañía) y solo desea terminar cuanto antes y poder retirarse a Palencia a jugar al mus.
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