Eléctricos seguros

Igual de bien, o de mal, que un automóvil convencional. Las primeras pruebas de colisión realizadas a un coche eléctrico demuestran que las baterías y el sistema de alto voltaje no implican riesgos añadidos, ni para los ocupantes ni para los equipos de rescate que deban operar sobre el coche para sacar a los accidentados. El vehículo probado ha sido el Mitsubishi i-MIEV, un pequeño modelo de ciudad (3,4 metros de largo) que ha superado con éxito los dos test a los que se ha sometido: impacto frontal y choque trasero por alcance. Las pruebas las han realizado varios clubes europeos del automóvil, como los RACE y RACC españoles, y son válidas también para los Citroën C-Zero y Peugeot iOn, dos modelos gemelos del i-MIEV con los detalles de estilo de sus marcas.

En la colisión frontal, a 64 km/h, se han aplicado los mismos criterios de EuroNCAP, el laboratorio de choque europeo, que también ha analizado el coche (resultados en www.euroncap.com). La carrocería aguanta el golpe, aunque está al límite de su resistencia, como en la mayoría de modelos de este tamaño. Pero el impacto no afectó a las baterías y los sistemas de control desconectaron correctamente el circuito eléctrico para evitar descargas. En la prueba por alcance, efectuada a 80 km/h siguiendo las normas estadounidenses, la mecánica (que va situada debajo del maletero) se desplaza 40 centímetros hacia dentro e invade el habitáculo, comprometiendo la seguridad de los ocupantes traseros. Pero, de nuevo, se mantuvo a salvo la integridad de los componentes eléctricos. En un tercer test, de extracción de los pasajeros, se comprobó que los equipos de rescate (bomberos) pueden cortar la carrocería y trabajar sobre el coche sin riesgo de descargas.