'El Bosman' del baloncesto

"El Reino de España ha incumplido las obligaciones que le incumben". Así se despide el húngaro László Andor, miembro de la Comisión Europea, en una carta dirigida al Ministerio de Exteriores en la que subraya que el baloncesto español no respeta la libre circulación de trabajadores europeos. En España, los equipos deben reservar plazas para jugadores seleccionables: un mínimo de cuatro en la ACB (cinco si la plantilla es de 12), seis en la LEB oro y ocho en la LEB plata, por el cupo mínimo de cuatro de la Liga femenina, tras el convenio firmado en 2008 y vigente hasta 2012. La Federación de baloncesto (FEB) y la ACB, contactadas por el Consejo Superior de Deportes (CSD), tienen hasta el 11 de marzo para entregar "sus observaciones" sobre la carta al Ministerio, que a su vez dispone de dos meses para contestar a la Comisión desde la fecha de entrega de la carta, el 28 de enero de 2011.

"El Reino de España ha incumplido con sus obligaciones", se queja el organismo

"Me permito recabar la atención del Gobierno de su país", escribe el representante de la Comisión, a cuyo escrito ha accedido este diario; "sobre la aplicación de determinados cupos de nacionalidad para participar en las competiciones oficiales de baloncesto (...) La introducción de estos cupos sobre la base de la nacionalidad tiene como resultado limitar la participación de los jugadores profesionales de la UE (...) Dicha limitación es contraria al artículo 45 del tratado de la UE, que prohíbe la discriminación sobre la base de la nacionalidad".

El sistema de cupos también es empleado en otros deportes y países. Si el del baloncesto está bajo la lupa de la Comisión, señalan fuentes conocedoras del caso, "es porque alguien lo ha denunciado". El CSD cree que el cambio será necesario, y ninguna de las partes implicadas tiene esperanzas de que sea posible detenerlo.

"Con estas normas hemos sido una referencia internacional. ¡Qué lástima que las tengamos que dejar!", explica José Luis Sáez, presidente de la Federación. "Esto es como la película de Eliot Ness", continúa. "No sé si la ley seca es buena o no, pero sí que nuestro sistema ha dado resultados, para los hombres y para las mujeres, hasta convertirnos en la segunda referencia mundial en este deporte. Vamos a seguir la legalidad imperante, pero buscando fórmulas para que los españoles sigan jugando. La Comisión se ha fijado en nosotros. Ahora, otros países mantendrán esta historia [los cupos]".

"Nuestra idea es explicar los motivos que nos han llevado a tener este sistema de elegibilidad", cuenta José Luis Llorente, presidente de la Asociación de baloncestistas españoles. "El fondo de la cuestión es garantizar el paso de los jóvenes al profesionalismo y el futuro de las selecciones nacionales, además de las canteras, principios reconocidos en numerosos documentos de la UE". "En cualquier caso", argumenta el ex jugador; "no iremos en contra de las directrices la Comisión. Estaremos a lo que nos diga".

En los años 90 del siglo XX, el caso Bosman transformó los cimientos del fútbol, al permitir que los equipos pudieran alinear cuantos europeos comunitarios quisieran, sin importar su nacionalidad. Ahora, una denuncia ante la Comisión puede provocar el mismo cambio en el baloncesto.