Los directores censuran el cambio de modelo lingüístico
La limitación del aprendizaje del valenciano a una sola asignatura en los Programas de Incorporación Progresiva (PIP) -que son los programas más extendidos y en los que estudian más de medio millón de alumnos del sistema educativo valenciano-, supone "una revisión en profundidad del modelo lingüístico diseñado por la Llei d'Ús i Ensenyament que tan buenos frutos ha dado, pese las deficiencias y dificultades que ha tenido en su recorrido", censuró ayer la asociación profesional de directores de Secundaria.
La permanente de directores considera que la "decisión unilateral" adoptada por la Administración educativa y su mayoría actual en el Consejo Escolar Valenciano no se corresponde con el tratamiento que requiere "un tema crucial para el futuro de nuestro país".
Los cambios, responden los directores a la iniciativa del consejero Alejandro Font de Mora, "deberían de ser fruto del más amplio consenso posible, tanto de la comunidad educativa, como de la sociedad valenciana". Esta medida, además, comportará "un aumento de ratio, disminución de grupos y, en consecuencia, más pérdida de puestos de trabajo".
En la misma dirección, la coordinadora de EU y candidata a la presidencia de la Generalitat, Marga Sanz, consideró la reforma "un ataque inaceptable". Y confió en que "tanto alumnos y profesores, como la sociedad civil, unirán sus fuerzas contra este agravio del PP". Sanz está convencida de que esta medida es una más en "la estrategia castellanizadora de la consejería en el seno del Consejo Escolar Valenciano, donde se ha hecho con la mayoría de forma antidemocrática, vía decreto".
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